Un desequilibrio hormonal puede generar esta situación. La melatonina nos ayuda a descansar, nos induce a dormir y, a medida que cumplimos años, su concentración se reduce. La serotonina es la hormona del bienestar y su alteración puede causarnos esa incómoda sensación. A ello se une que ambas dependen de la cantidad de luz solar que recibimos y, en esta época, es muy escasa.

Acude a tu médico y consulta tu caso. Son muchos los motivos que afectan a nuestro estado de ánimo, ya sean físicos o psicológicos. A nivel físico la anemia (falta de hierro en la sangre que dificulta la oxigenación muscular, por ejemplo) o el hipotiroidismo (que dificulta la llegada de nutrientes a nuestras células) pueden provocar agotamiento. A nivel psicológico, los problemas diarios, el estrés laboral, etc. son fuente de cansancio y apatía. Sea cual sea el motivo, tu médico sabrá resolverlo.

Modificando algunos hábitos puedes mejorar esa sensación. Te proponemos:

-Piensa en positivo. Comenzar nuevas actividades, tener proyectos ilusionantes, ver las cosas con optimismo o tener tiempo es fundamental para sentirse bien.

-Relájate. Busca tu espacio y tu tiempo…y que sea sólo para ti. No pienses en lo que has dejado sin hacer; olvídate de todo y disfruta de tu momento.

-Mejora tu dieta. Sería recomendable incluir alimentos ricos en ciertos componentes que te recargarán de energía. Triptófano (aminoácido esencial para la síntesis de serotonina y melatonina) como los lácteos, las frutas (plátano y piña), los huevos, etc. Vitaminas A, B, C y E (que reducen el estrés oxidativo y mantienen los niveles hormonales) como las frutas y las verduras. Hidratos de carbono (fuente de glucosa para el cerebro y los músculos) como los cereales integrales. Hierro (legumbres, marisco, carne).

-Haz ejercicio. Nos ayuda a generar endorfinas para sentirnos más felices. Si puedes, hazlo al aire libre para mejorar la oxigenación de tu cuerpo.

-Aprovecha los rayos del sol. Practica actividades al aire libre y disfruta de cualquier momento en que aparezca el sol.

-Duerme las horas necesarias y descansa adecuadamente. No es necesario pasarse todo el día sentado o dormir muchas horas. Lo importante es que tengas un descanso de calidad que te permita reponerte del desgaste diario.

-No consumas productos sin control médico. Recurrir a la utilización de compuestos revitalizantes (aunque sean naturales) es un error. Todos tienen efectos secundarios que deben ser tenidos en cuenta a la hora de tomarlos. Consulta a tu médico.

Y no te sientas mal si te apetece cometer algún exceso: comer palomitas en el cine, beber una copa de vino, disfrutar de un helado, comer chocolate…o lo que sea. Tu organismo te agradecerá esos pequeños placeres que te mereces.