Carmen Reija
Esta planta aromática tiene interés culinario y también resulta útil para el cuidado de la salud. Se cultiva desde la antigüedad en países de clima mediterráneo por sus efectos beneficiosos. Puedes usar la planta fresca o comprar la especia seca envasada. Combina con todo y aporta beneficios y sabor a cualquier receta cruda o cocinada. Es una perfecta sustituta de la sal… y mucho más sana.
El nombre científico es Ocimum basilicum y pertenece a la familia de las labiadas como el romero, la salvia o el orégano. Es una planta de hojas y flores muy aromáticas que se recogen en verano para aprovechar todas sus propiedades. Se secan a la sombra y se guardan en ...
El nombre científico es Ocimum basilicum y pertenece a la familia de las labiadas como el romero, la salvia o el orégano. Es una planta de hojas y flores muy aromáticas que se recogen en verano para aprovechar todas sus propiedades. Se secan a la sombra y se guardan en recipientes de vidrio cerrados. También puedes congelar las hojas para tener albahaca fresca todo el año.
Puedes tener en casa la planta fresca; sólo necesita agua y luz. Se recomienda su cultivo en lugares cálidos y sin viento o heladas. Como es anual muere en invierno, pero puedes aprovechar las semillas que ha producido para volver a disfrutar de la nueva planta.
De su composición química destacaría: aceite esencial (estragol, eugenol, linalol, etc.), taninos, ácidos fenólicos, flavonoides, agua, vitamina C, minerales (calcio, magnesio), fibra y betacarotenos. Se recomienda para tratar problemas del sistema nervioso y digestivo.
La infusión de sus hojas es muy eficaz para facilitar las digestiones pesadas y evitar los espasmos. También es útil para tratar gastritis, hernia de hiato o gases. Regenera el intestino tras un proceso diarreico. Estimula el apetito y evita los vómitos. Las gárgaras de la infusión tienen efectos antiinflamatorios en la garganta y mejoran las anginas. Masticar sus hojas te ayuda a reducir el mal aliento.
A nivel culinario es el elemento principal del pesto, una salsa que puedes utilizar con cualquier tipo de pasta. La albahaca combina perfectamente con arroces, ensalada, pizza, sopas, carnes, batidos, etc. Te proponemos:
-Aceite aromático con albahaca, ajo y romero. Para simplificar, introduce en la propia botella tres dientes de ajo sin pelar, una rama de romero fresco y unas hojas de albahaca (fresca o seca). Deja que macere unos días en un lugar fresco y seco. Cuela el preparado y mantenlo en una aceitera protegido de la luz y la humedad.
-Ensalada. Combina muy bien con el tomate en crudo. Corta en rodajas el tomate y colócalo alrededor del plato; pon en el centro queso fresco, espolvorea la albahaca por encima y aliña con aceite de oliva
-Pesto. Tritura en un mortero albahaca, ajos y piñones hasta obtener una pasta fina. Añade aceite de oliva hasta obtener una emulsión manejable. Adiciona los quesos (parmesano y pecorino preferentemente aunque puedes usar los que más te gusten), sal y pimienta. Puedes conservarla en la nevera unos días o comprarla ya preparada.
-Batido. Puedes hacerlo de frambuesa, plátano y albahaca, por ejemplo. Lava y corta las frambuesas y el plátano. Ponlos en un bol y añade unas hojas de albahaca fresca. Puedes adicionar azúcar (mejor no refinado) y un vaso de leche, un yogur natural o nata líquida (según tus preferencias) y mezclar con la batidora hasta alcanzar la textura deseada. Consérvalo en la nevera.