Victoria Carmona
El curso va avanzando, los exámenes cada vez resultan más complicados y con la llegada del buen tiempo a nuestros hijos se les hace muy cuesta arriba hincar los codos. Y aunque resulta muy importante, según comentan los expertos, la capacidad cognitiva de cada uno; hay que demostrar afán de superación, interés, voluntad o curiosidad por la materia que se estudia.
Lo importante es no darse por vencido aun cuando no se llegue a las metas esperadas en un primer momento. Porque si siguen el camino correcto, las recompensas, más tarde o más temprano llegarán. Pensar en lugar de memorizar Un primer paso para que los exámenes no se les hagan muy cuesta ...
Lo importante es no darse por vencido aun cuando no se llegue a las metas esperadas en un primer momento. Porque si siguen el camino correcto, las recompensas, más tarde o más temprano llegarán.
Pensar en lugar de memorizar
Un primer paso para que los exámenes no se les hagan muy cuesta arriba es enseñarles a pensar sobre la materia qué están estudiando y no memorizarlo todo. Es importante procesar la información, entender lo que se está leyendo y que se hagan preguntas al respecto y que doten de significado lo que están estudiando.
También el estudio se debe convertir en un proceso activo, dónde buscar información y despertar la curiosidad por los contenidos y que lleguen a sus propias conclusiones.
1.- Empezar por lo que más les cuesta, ya que al principio del estudio tenemos activa toda nuestra energía y esto les ayudará a centrarse sobre estos aspectos.
2.- Metamemoria: recursos nemotécnicos para recordar mejor ciertos datos.
3.- Esquemas y resúmenes: el hemisferio cerebral dominante es el derecho, más relacionado con lo visual. Así que si hacen esquemas y resúmenes sobre la materia, se quedará antes en el cerebro y lo recordarán con más facilidad.
4.- Señalar con colores diferentes las ideas claves, para poder construir un hilo conductor. Resaltar frases importantes, epígrafes o apartados, les ayudará a concentrarse y a prestar más atención.
5.- Repetir, repetir y repetir: es la técnica más sencilla para fijar un conocimiento.
6.- Evitar la multitarea: es decir, no hacer ninguna cosa mientras están estudiando. Aprender supone concentración absoluta.
7.- No dejarlo para última hora: si el esfuerzo se concentra en el último día, la capacidad de memorización merma; además se añade más nerviosismo e irritabilidad.
8.- Realizar descansos cada 20 o 30 minutos de trabajo de cinco minutos, llevando a cabo otra actividad o simplemente andando.
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