Carmen Reija
Es uno de los alimentos más típicos de España y que se considera valioso ya desde épocas antiguas. Los estudios señalan que cada español consume una media de 5 Kg. de jamón serrano al año y forma parte de la mundialmente reconocida como saludable dieta mediterránea. Su importancia en la nutrición la confirma la existencia de un gran número de refranes asociados a él como: “de la tierra el jamón y del mar el salmón” para indicar las propiedades saludables de ambos alimentos.
Es un alimento obtenido a partir del procesado (salazón y secado al aire) de las patas traseras del cerdo. Su denominación “serrano” procede de la costumbre de curarlo en zonas elevadas de las sierras españolas donde las bajas temperaturas favorecen el proceso y le dan un sabor delicioso y característico. Existen ...
Es un alimento obtenido a partir del procesado (salazón y secado al aire) de las patas traseras del cerdo. Su denominación “serrano” procede de la costumbre de curarlo en zonas elevadas de las sierras españolas donde las bajas temperaturas favorecen el proceso y le dan un sabor delicioso y característico.
Existen numerosas variedades, pero, para simplificar, podemos hablar del procedente del cerdo normal (raza blanca) o del elaborado a partir de la raza ibérica (jamón ibérico) y del que se ha alimentado de bellotas (jamón de bellota). El jamón serrano curado tiene tres categorías y varias denominaciones de origen protegidas por la legislación y que determinan no sólo su calidad, sino también su precio. Es la etiqueta la que certifica la Denominación de origen de la pieza. De manera simplificada, podemos hablar de varios grados de curación: bodega (de 9 a 12 meses), reserva (de 12 a 14 meses) y gran reserva (a partir de 15 meses).
A nivel nutricional, podemos destacar que es un producto con proteínas de alta calidad que contienen todos los aminoácidos esenciales, ácidos grasos insaturados (especialmente oleico), vitaminas (B1, B2, B3, B6 y D) y minerales (fósforo, hierro, magnesio, potasio y zinc). No le temas al contenido en sal porque no suele ser muy elevado. Se considera útil para prevenir los problemas asociados a la menopausia, la osteoporosis, la arteriosclerosis y mejora la capacidad intelectual.
Los expertos reconocen varias partes en el jamón que les ayuda a cortar adecuadamente la pieza y utilizar cada zona de manera específica. Se denominan: maza, contramaza, babilla, punta, jarrete y caña. Consulta antes de comprarlo en función de lo que quieras hacer con él para que puedas disfrutar de todas sus propiedades.
Para elegir un buen jamón debemos saber que:
-No es lo mismo la paleta que el jamón. La paleta es la parte delantera de la pata, más pequeña y con una consistencia diferente, por lo que resulta más económica.
-Es mejor comprar la pieza entera porque te saldrá más barata y podrás aprovecharla completamente en tu casa (utilizando el hueso por ejemplo, para hacer caldos, sopas, etc.)
-Si el jamón procede de un cerdo ibérico, resultará más caro porque también lo es el proceso de elaboración, ya que no es lo mismo, por ejemplo, alimentar al animal con bellotas que con pienso.
La mejor manera de comerlo es al natural, bien cortado en lonchas de tamaño adecuado y acompañarlo con pan (sólo o con aceite de oliva y tomate), picos, tostadas, etc. También puede ser el ingrediente ideal de platos crudos (ensaladas, por ejemplo) o cocinados (pescado, verduras, revueltos, etc.).
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