El perfil genético personal heredado de tus padres y antepasados determina muchas características de tu ser. El color de ojos, de pelo, actividad, riesgo de sufrir determinadas enfermedades, posibilidad de padecer obesidad, etc., parecen estar escritos en ese código genético denominado ADN. Y los avances científicos y tecnológicos facilitan el acceso general a estos conocimientos.

Los expertos indican que la nutrigenómica estudia los cambios que pueden producir en la expresión de estos genes ciertos factores como: la alimentación, las condiciones medioambientales, la práctica de ejercicio físico, etc. También se denomina así a la influencia genética personal en la dieta que se realiza de manera habitual. Para ello se ha desarrollado un test específico que permite elaborar una dieta personalizada que ayude a prevenir la aparición de ciertas enfermedades y a mejorar los síntomas de las ya existentes.

La realización del test genético es muy sencilla. Se toma una muestra de las células de la mucosa de la boca utilizando un algodón. Esta muestra así obtenida es analizada en un laboratorio especializado. Los resultados permiten establecer una dieta personalizada en la que se integran datos médicos, preferencias, estilo de vida, etc. y que permiten obtener unos resultados muy interesantes y útiles para los especialistas. Acude a un centro homologado y que cumpla todos los requisitos señalados por la legislación española para evitar fraudes.

Entre los beneficios de este tipo de dietas destacaría que:

-Realizarla adecuadamente reduce el riesgo de padecer problemas de salud a los que tu ADN podría inclinarte. Se analiza la relación entre los genes del paciente y su expresión en algunas patologías frecuentes.

-Favorece la adquisición de hábitos saludables y adecuados a tu perfil genético, modificando los hábitos insalubres.

-Te ayuda a encontrar la dieta más indicada para ti. Permite reconocer las dosis de los nutrientes que tu organismo precisa para su funcionamiento óptimo.

-Permite que conozcas los alimentos que te resultan más saludables y aprendas a sustituirlos de manera adecuada.

-Puedes reconocer si padeces ciertas intolerancias (gluten, lactosa, etc.) que afectan a tu aparato digestivo y provocan incómodos síntomas y te hacen aumentar de peso o no lograr adelgazar con dietas más convencionales.

Pero no todo son ventajas en este campo. Existen ya movimientos muy activos que están realizando estudios en los que desmontan la eficacia de este tipo de dietas. Aún se están analizando los resultados obtenidos, pero no podemos dejar de mencionarlo. Antes de tomar ninguna decisión, consulta a tu médico las posibilidades reales y sigue sus indicaciones.