¿Qué enfermedades hay que comunicar en la escuela y cuáles no?

Charo Sánchez

Las escuelas sólo deben advertir a los padres ante enfermedades contagiosas graves o molestas, como los piojos.

23/09/2016

El colegio ha comenzado y con ello la rutina de muchos niños y padres que tienen nuevos horarios y tareas. En este sentido, el doctor García-Sala, pediatra de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria, señala que en el colegio, como gran centro de distribución de enfermedades, se ...

El colegio ha comenzado y con ello la rutina de muchos niños y padres que tienen nuevos horarios y tareas. En este sentido, el doctor García-Sala, pediatra de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria, señala que en el colegio, como gran centro de distribución de enfermedades, se debe hacer una labor de concienciación de los niños para que cuiden su higiene, pero como un hábito o rutina. Asimismo apunta a que existen muchas enfermedades que se pueden contraer en el colegio en época escolar y que no nos deben causar alarma. Por ejemplo, la herpangina y la enfermedad "mano-pie-boca", infecciones comunes en edades tempranas. Se reconocen por la aparición de puntitos rojos en la parte posterior de la boca, que se convierten posteriormente en pequeñas llagas algo dolorosas. La enfermedad mano-pie-boca tiene los mismos síntomas pero en la boca, manos y los pies. Ambas enfermedades están causadas por el mismo virus y sus síntomas son fiebre, dolor de garganta y malestar antes de la aparición de los puntos en la boca. Por su parte, los catarros y faringitis son infecciones de las vías aéreas superiores más frecuentes. Los síntomas son fiebre, mocos y congestión nasal, de carácter leve, aunque se acentúa la sensación de dificultad respiratoria en los más pequeños. Estas infecciones no tienen tratamiento específico y desaparecen en cuestión de días, si bien se pueden usar antitérmicos para controlar la fiebre y reducir el malestar general. Asimismo, no se recomiendan los antitusivos, pues la tos es un mecanismo de defensa del cuerpo necesario para limpiar de secreciones la vía aérea.
 
Otra enfermedad muy común es la gastroenteritis, bastante frecuente entre los niños en los primeros años de escuela. Aunque la más habitual es la provocada por el rotavirus, contra el que ya se incluye vacunación. Sus síntomas son diarrea, vómitos, fiebre, dolor abdominal y resulta fácil su transmisión por vía fecal-oral, en cambios de pañal o cuando los niños se limpian. Por ello es necesario enseñar bien las medidas de higiene. El tratamiento consiste en buena hidratación y una dieta astringente, sólo en caso de que no mejore su pediatra puede recetarle antibióticos. Otro clásico en la escuela son las infecciones de oído. La otitis es una inflamación del oído medio, habitualmente derivada de un cuadro infeccioso respiratorio previo, por acúmulo de secreciones mucosas. Los niños son más vulnerables a esta infección porque sus trompas de Eustaquio son más cortas, horizontales y anchas. Además de mocos en las fosas nasales, la otitis puede presentar fiebre y dolor de oídos. En muchos casos esta infección se cura en 2 o 3 días con un tratamiento de gotas óticas con antiinflamatorios, que ayudarán a bajar la inflamación del tímpano y los tejidos circundantes para que el moco pueda salir. Otra enfermedad habitual es la roseola o exantema súbito. El cuadro empieza con fiebre muy alta (puede alcanzar los 40.5° C) unos días antes de que aparezca una erupción cutánea que comienza en el tronco y se extiende a las extremidades. La erupción, de pequeños puntitos rosados que no pican, durará entre 3 y 7 días, durante los cuales la fiebre va disminuyendo de intensidad. El niño puede, además, tener bastante mucosidad nasal, dolor de garganta y enrojecimiento de ojos. No existe tratamiento específico y la enfermedad finaliza, por lo general, por sí sola sin complicaciones. La fiebre, aunque es alta, responde bien a los antitérmicos. Y también es frecuente encontrarse casos de conjuntivitis. Como norma general, el niño pasará alguna de estas enfermedades a lo largo del año. El pasarlas mejorará su sistema inmunológico, ya que creará anticuerpos para estas enfermedades. Todas ellas se tratan de enfermedades comunes y no necesitan ser comunicadas a otros padres. Tan solo es necesario extremar la higiene y las precauciones para tratar de no contagiar a nadie.
 
Por el contrario, existen enfermedades que deben comunicarse a la escuela. Entre ellos, los piojos, unos parásitos bastante molestos que se adquieren de forma casi aleatoria ya que no tienen nada que ver con higiene, nivel socioeconómico o hábitos de vida. Es más, muestran cierta preferencia por el pelo limpio. "En el caso de que nuestros hijos tengan piojos basta tratarse e informar al centro educativo, sin ausentarse de las clases, para evitar que la infección pase de contagiados a sanos cíclicamente. Para su tratamiento es suficiente utilizar un producto protector”, destaca el doctor Jesús García Pérez, vocal de la SEPEAP. Asimismo, se debe notificar al colegio, y éste al resto de los padres, cuando el niño haya contraído enfermedades como la meningitis, el sarampión, las paperas e incluso la varicela, pues son infecciones que pueden ser graves o potencialmente mortales. 
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