Su nombre científico es Valeriana officinalis, procedente del latín valere que significa estar bien, aunque se conoce como hierba de los gatos o valeriana. En fitoterapia se utilizan rizoma, raíz y espolones, ricos en un aceite esencial de sabor amargo y olor desagradable y muy característico, antes de ser procesado en el laboratorio.

Los componentes químicos activos farmacológicamente son: valepotriatos, monoterpenos, sesquiterpenos, lignanos, ácidos fenólicos, esteroides, taninos y alcaloides piridínicos.

Aunque las indicaciones terapéuticas reconocidas solo incluyen angustia, ansiedad, nerviosismo e insomnio, sus propiedades farmacológicas son muy amplias y se relacionan con los principios activos que contiene:

-antiespasmódicas, produce una relajación del músculo liso.

-hipnóticas y sedantes; el extracto de valeriana mejora la calidad del sueño de los insomnes.

-ansiolíticas (reduce la ansiedad y la agresividad).

-anticonvulsivantes.

En fitoterapia se emplea la droga pulverizada (cápsulas), infusiones, decocciones, extracto fluido o seco y tinturas cuyas dosis deben ser consultadas a los especialistas.

Se han presentado una serie de efectos secundarios que deben ser tenidos en cuenta a la hora de administrarla. Estos efectos negativos se generan, normalmente, cuando se siguen tratamientos crónicos o en personas especialmente sensibles a sus componentes:

-gastrointestinales: náuseas, gastralgias, gastritis o úlcera péptica.

-neurológicas/psicológicas: insomnio, nerviosismo, cefaleas, astenia.

-cardiovasculares: arritmias.

-oculares: midriasis.

-osteomusculares: miastenia.

-dermatológicas/alérgicas: sudoración.

Deben tomarse precauciones si se administra a enfermos hepáticos, así como a pacientes tratados con fármacos que interaccionan con la valeriana como barbitúricos, benzodiacepinas, antihistamínicos H1, alcohol, anticoagulantes, etc. Al iniciar el tratamiento debe tenerse en cuenta que influye en la conducción y en el manejo de máquinas, por lo que es imprescindible adaptarse a su consumo antes de realizar estas tareas. Tampoco estaría indicado durante el embarazo o la lactancia, porque no existen datos concretos sobre su seguridad. No se debería administrar a niños menores de 3 años.

Se considera el mejor tranquilizante natural, siendo un tratamiento eficaz para tratar problemas de sueño, ansiedad y angustia sin crear hábito. También se usa combinado con antiepilépticos para reducir las crisis. Una aplicación estrella es su utilización para dejar de fumar, pues evita las crisis de angustia y le da un sabor repulsivo al tabaco, lo que hace que el fumador lo rechace. Podemos encontrarla en diferentes preparaciones y formas de administración variadas que se adaptan a casi todos los gustos. También es frecuente su presencia en combinaciones de “plantas” y otras sustancias con indicaciones relacionadas con sus propiedades, ya que se produce una sinergia al utilizarlas de esta forma. Consulta a tu médico su utilización antes de iniciar su consumo.

Las plantas medicinales no son totalmente inocuas. Bien usadas mejoran nuestro estado de salud, pero si se usan inadecuadamente pueden ser perjudiciales y provocar efectos secundarios indeseables, por lo que deben consumirse bajo supervisión del especialista.