Carmen Reija
Has decidido dar el pecho a tu hijo y debes desterrar ideas preconcebidas que no tienen ninguna base científica. Se han ido transmitiendo a lo largo de los años, pero no son ciertas y debes consultar tus dudas al médico. Para manteneros sanos, debes seguir una dieta equilibrada, incluyendo alimentos de todos los grupos y sin contar las calorías que ingieres. No es el momento de adelgazar por tu cuenta, ya que la pérdida de peso debe ser progresiva y la dieta controlada por un especialista. Necesitas estar bien hidratada, pero no hace falta que bebas continuamente por temor a que se te acabe la leche.
Los expertos inciden en que no hace falta comer avellanas, sardinas o leche de vaca para que tu leche “sea buena” y que tampoco es cierto que existan alimentos prohibidos (ajos, cebollas, espárragos, alcachofas, etc.) que le den “mal sabor a la leche”. No está demostrado científicamente, y salvo un ...
Los expertos inciden en que no hace falta comer avellanas, sardinas o leche de vaca para que tu leche “sea buena” y que tampoco es cierto que existan alimentos prohibidos (ajos, cebollas, espárragos, alcachofas, etc.) que le den “mal sabor a la leche”. No está demostrado científicamente, y salvo un estudio interesante sobre el ajo y su efecto a nivel de la lactancia materna, no hay datos que lo corroboren.
Aunque no es necesario seguir una dieta especial mientras das el pecho a tu hijo, debes tener en cuenta que:
-La leche materna cubre todas las necesidades nutricionales del bebé a pesar de lo que tú comas. Si tu organismo no adquiere minerales y vitaminas a través de la comida, el bebé los cogerá de tus reservas.
-Sentirás más apetito. Come con frecuencia menores cantidades y elige tentempiés sanos. Opta por legumbres, frutas y verduras frescas, cereales integrales, etc. (ricos en proteínas, hierro y calcio).
-Tus necesidades calóricas se cubren con unas 2.700 calorías diarias, en función de tu actividad, peso y la frecuencia de la lactancia.
-Lo normal es volver al peso previo al embarazo en diez meses o un año, así que ni te plantees adelgazar rápidamente y no lo intentes antes de que el bebé cumpla dos meses.
-Busca un especialista en dietética, ya que para adelgazar debes seguir una dieta sana y baja en grasa combinada con ejercicio físico moderado. Si pierdes más de un kilo a la semana tras las primeras seis semanas, necesitas más calorías.
-No consumas alcohol, ni fumes.
-No tienes que renunciar a ningún sabor. Si observas que su comportamiento cambia (llora, no duerme, tiene un cólico, etc.) habrás descubierto que lo que has comido…le ha sentado mal y es mejor no repetir. Se cree que algunos alimentos provocan cólicos (brécol, coles, repollo, leche de vaca, etc.), aunque no se cumple siempre.
-Ten precaución con alimentos que provocan alergias que cursan con urticarias, jadeo, heces anormales, etc.
-Cuidado con los medicamentos que consumes. No puedes dejar tu tratamiento o tomar suplementos vitamínicos porque sí. Consulta a tu médico.
Lo que necesitas es cuidarte, seguir una dieta equilibrada, incluyendo en tus comidas proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables. Evita los alimentos procesados, elígelos frescos y:
-Consume proteínas en forma de carne, pescado, legumbres y lácteos.
-Elige hidratos de carbono de absorción lenta (pan integral, pastas, legumbres, arroz y patatas).
-Escoge alimentos ricos en ácidos grasos esenciales y omega 3 y 6 (como frutos secos, pescados y aceite de oliva). El pescado los contiene y son fundamentales, pero debes evitar los que tienen altos niveles de metales: pez espada, mero, caballa, tiburón, etc. y algunos enlatados.
-No olvides las vitaminas. Consume lácteos (A y D), frutas y verduras (A y C), carnes, cereales y legumbres (complejo B).
-Incluye minerales. Es importante un aporte de calcio y fósforo adecuado para mantener el esqueleto y crecimiento (leche, frutos secos, cereales, legumbres, pescados), hierro (espinacas, carnes rojas, etc.) y yodo para evitar el raquitismo (pescados y mariscos, sal yodada, frutas y verduras).
-Hidrátate. Bebe más, siempre que tengas sed. Consume agua, caldos, zumos, frutas, etc.
-Evita la cafeína (máximo 300 mg por día en dos tazas de café). Cuidado porque la hay en chocolate, té, colas, etc.
-Precaución con las infusiones porque contienen sustancias de las que no se conocen todas sus propiedades e inocuidad.
-Si eres vegetariana pura debes organizar tus menús de manera adecuada y suplementar con vitamina B 12 bajo prescripción médica.