Los seres vivos evolucionados somos capaces de integrar a nivel cerebral en una sola las dos imágenes captadas simultáneamente a través de nuestros ojos y que nos capacita para percibir las tres dimensiones del espacio. Esta llamada visión estereoscópica es precisamente la que nos ayuda a determinar con notable precisión ...
Los seres vivos evolucionados somos capaces de integrar a nivel cerebral en una sola las dos imágenes captadas simultáneamente a través de nuestros ojos y que nos capacita para percibir las tres dimensiones del espacio. Esta llamada visión estereoscópica es precisamente la que nos ayuda a determinar con notable precisión la situación espacial de los objetos que estamos observando.
Este proceso visual natural, ha sido aprovechado por las compañías cinematográficas para atraer a los espectadores al cine, habiéndose diversificado en muchos productos de interés para los consumidores (aparatos electrodomésticos, juegos de ordenador, etc.) El mercado ha evolucionado y la investigación ha conseguido implantar diferentes técnicas para conseguir este efecto estereoscópico:
- Se proyectan dos imágenes con dos dispositivos equipados con filtros polarizados y el usuario las observa con unas gafas polarizadas.
- Se forman dos imágenes superpuestas usando colores complementarios; se deben mirar usando gafas con un filtro de diferente color para cada ojo.
- Se usan unas gafas con lentes que se van volviendo opacas alternativamente y van sincronizadas con el monitor del ordenador.
- Se coloca un casco de realidad virtual en el que se van observando las imágenes tridimensionales.
Para el consumidor, la visión en 3D de imágenes de cine o televisión requiere unas gafas especiales que separen las dos imágenes que se forman en la pantalla para que cada ojo perciba solo una de ellas y el cerebro forme la imagen tridimensional.
Las más recientes tecnologías han superado las expectativas y pronósticos iniciales consiguiendo una gran profundidad y colorido. Las imágenes se ruedan o generan en el ordenador con dos fuentes paralelas separadas 64 milímetros (distancia interpupilar media). Para el visionado se emitirá una imagen para cada ojo alternativamente mientras que, al mismo tiempo, un emisor de infrarrojos envía una señal a las gafas indicándoles cual debe oscurecerse para impedir la visión con ese ojo y cual no debe hacerlo para permitir que el ojo escogido vea la imagen correspondiente.
Algunos se sientan en su butaca y descubren que no pueden disfrutar de la película como los restantes espectadores. Nunca han necesitado gafas (o eso creen), pero sin embargo pueden padecer una ambliopía que no habían notado hasta ese momento. Este pequeño defecto visual debe ser analizado por el especialista y, en su caso, corregido adecuadamente.
Para detectar problemas de visión estereoscópica se lleva a cabo un sencillo test, conocido como "test de la mosca", el cual aporta un estudio rápido (un minuto) y claro de la visión binocular y el sentido estereoscópico en pacientes de todas las edades. El óptico sitúa el instrumental a 40 cm. del paciente, en vertical y con una iluminación homogénea, no brillante y siempre con gafas de 3D específicas para la prueba. La mosca es el punto perfecto en el que deben fijarse quienes van a ser testados, pudiendo controlarse por medio de una escala el grado de la afectación, tanto para adultos como para niños.
No sufras si perteneces al grupo de quienes no pueden ver las películas con este sistema. Son muchos los afectados, y no suele interferir apreciablemente en la vida diaria. Si percibes cualquier síntoma acude a tu médico.