Los cambios de estación pueden alterar nuestras emociones y cambiar nuestro estado de ánimo. Con la llegada del otoño, el día se hace más corto y las temperaturas bajan, algo a lo que nuestro organismo se tiene que adaptar sin remedio. Además, tras las vacaciones, recuperar el ritmo frenético del ...
Los cambios de estación pueden alterar nuestras emociones y cambiar nuestro estado de ánimo. Con la llegada del otoño, el día se hace más corto y las temperaturas bajan, algo a lo que nuestro organismo se tiene que adaptar sin remedio. Además, tras las vacaciones, recuperar el ritmo frenético del día a día no es tarea fácil pues conlleva un desgaste mayor de energía.
Si nuestra dieta es restrictiva o algo escasa, nuestro cuerpo no cubrirá las necesidades de vitaminas y minerales que requiere. En estos casos, lo más conveniente es tomar algún suplemento recomendado por nuestro médico.
A pesar de todo, los suplementos no deben sustituir a una dieta sana y equilibrada, que es la base del bienestar físico y mental. Para suplir los niveles altos que nos pide el cuerpo, más aún en esta época del año, es muy importante alimentarse ordenadamente sin descartar un suplemento extra cuando haga falta.
En una dieta sana debemos contar con productos como cereales, carne, huevos, lácteos, verduras, frutas, legumbres y pescado. Solo así obtendremos de manera natural las proteínas, vitaminas y minerales que nuestro organismo precisa para funcionar adecuadamente.
No siempre es necesario tomar suplementos dietéticos, más aún cuando llevamos una alimentación óptima. Dicho de otro modo, este recurso solo será apto cuando exista un déficit de minerales y vitaminas.
De ese modo, si una persona ingiere pocos lácteos, será conveniente contar con un suplemento extra de calcio. Cuando el consumo de pescado o carne resulta más bien escaso, tendremos que aportar al cuerpo un suplemento extra en forma de hierro. La vitamina C será necesaria en el caso de personas que no consumen suficiente fruta o en personas fumadoras al requerir mayor dosis de vitamina C. Otro ejemplo recurrente de suplementos es el caso de las mujeres embarazadas, que precisan un extra de ácido fólico.
Salvo que el médico indique otra cosa, en estos casos es conveniente contar con la ayuda de un multivitamínico que supla varias carencias. Ahora bien, los suplementos que contienen una dosis elevada de un determinado mineral o de una vitamina pueden resultar contraproducentes. Lo beneficioso es contar con un buen equilibrio, mientras que el exceso puede acarrear otro resultado poco saludable.
Sea como sea, lo conveniente es consultarlo con un profesional de la salud. Tu médico o farmacéutico habitual podrán aconsejarte de la mejor manera posible para que lleves hábitos alimentarios saludables y tomes un suplemento vitamínico en caso de que sea necesario. Aunque desde aquí te animamos a que lleves una dieta equilibrada, variada y moderada.
En los cambios de estación siempre viene bien contar con una alimentación vigorizante y enérgica para suplir las carencias de nuestro cuerpo, pero recuerda tomar buena nota de los dos puntos clave que hemos mencionado anteriormente:
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