Son muchos los mitos sin fundamento que existen acerca de la menstruación. Por suerte, hoy día no hacemos caso porque de otra forma ni siquiera podríamos lavarnos el pelo o bañarnos en la playa.

También existe otro que hace referencia al deporte, asegurando que cuando tienes la regla es mejor no practicarlo. Sin embargo, debemos hacer caso omiso, pues los estudios demuestran que en este período es importante seguir manteniendo nuestros hábitos deportivos. De hecho, muchas mujeres que lo practican alivian las molestias causadas por el ciclo menstrual.

La regla no debe ser impedimento para hacer este sobreesfuerzo, salvo que exista un sangrado abundante o episodios de dismenorrea. Según los expertos, hacer deporte moderado es bueno no solo para la menstruación sino para la menopausia y el embarazo.

Hacer deporte disminuye sus síntomas

El dolor menstrual es la consecuencia de la inflamación y hacer ejercicio conlleva con el tiempo un efecto antiinflamatorio muy beneficioso. Además, las endorfinas que soltamos durante el proceso reduce los dolores y síntomas típicos de la regla.

Asimismo, una rutina basada en ejercicio saludable y una dieta equilibrada concede un nivel hormonal adecuado, haciendo que las menstruaciones duelan menos, sean regulares y disminuyan las dismenorreas y varices pélvicas.

Eso sí, no existe un deporte concreto que beneficie más que otro, lo que sí resulta factible es hacer ejercicio de una intensidad moderada o incluso intensa. Algunas de las prácticas que más se recomiendan es correr, caminar con cierta agilidad, nadar y montar en bicicleta todos los días, durante 30 minutos, independientemente de la fase en la que nos encontremos.

¿Sabías que la regla potencia el rendimiento deportivo?

El deporte ayuda a disminuir el dolor, consecuencia de la menstruación, pero muchas mujeres se preguntan cómo es posible que no interfiera en la práctica de las atletas. La razón es muy sencilla, la regla no limita, más bien todo lo contrario.

La experiencia de muchas de estas deportistas profesionales es bastante buena, tanto con los síntomas premenstruales como con la regla. En ocasiones, incluso, han competido mejor en algunas pruebas de resistencia.

A menudo se hace complicado empezar, principalmente cuando el dolor es intenso, pero una vez pasa el momento angustioso, el dolor irá disminuyendo a medida que se entrena. Ante molestias crónicas como consecuencia de la dismenorrea, la cosa es aún peor, pero podemos optar por la meditación o por ciertos fármacos o antiinflamatorios.

Por otro lado está el tema de la higiene íntima. Durante esos días hay que utilizar el producto más adecuado que vaya acorde a la vida cotidiana de cada mujer, incluso a la hora de practicar deporte, ya sea copa menstrual, tampón o compresa.

No todas las mujeres son capaces de mantener el mismo nivel de entrenamiento. Sea como sea, la actividad moderada siempre es aconsejada, incluso cuando se está embarazada. Y es que no solo controla nuestro peso, sino que potencia la aparición de contracciones y permite que el feto gane el peso que necesita en la última etapa del embarazo.

Eso por no hablar de que el deporte disminuirá los riesgos de problemas cardiovasculares, compensará los desequilibrios emocionales y evitará la osteoporosis durante la menopausia.