Cada vez que cogemos algún kilito de más nos ponemos a dieta. Es una costumbre habitual en nosotros, aunque de hecho pueda significar un suplicio. De hecho, si no estamos habituados a calmar nuestras ansias, es posible que sea complicado controlar nuestra ansiedad por comer.

¿Por qué la dieta conduce a la ansiedad?

En principio, una persona no tiene que sufrir ansiedad cuando se pone en manos de un especialista. Sin embargo, no es una situación aislada y a veces no sentimos ansiedad en el plano físico sino en el psicológico.

En realidad, su explicación resulta muy sencilla. Nuestro cerebro ha estado acostumbrado a tomar más azúcares e hidratos de carbono que en el momento de hacer la dieta, de ahí que ahora se sienta caprichoso y desee ingerir ciertos alimentos.

Esa es la razón por la que resulta complicado deshacernos de ciertos hábitos como comer dulces, algo que claramente nos produce ansiedad. Sin embargo, hay que ser fuerte y controlar el cerebro, más aún cuando el estómago está saciado.

Consejos para evitar la ansiedad

Para tomarte tu dieta en serio y hacerlo con calma, es posible seguir unos consejos básicos para ponerle buena cara a la rutina. Esta será la manera de adelgazar de una forma efectiva y sin apenas esfuerzo.

• La serotonina es la respuesta. Para aliviar las crisis de ansiedad es necesario contar con la ayuda de ciertos alimentos que tengan triptófano como frutos secos o lácteos desnatados. El triptófano es un aminoácido que regula los niveles de serotonina, la hormona del placer y del humor. Cuando el nivel de serotonina es bajo, resulta más complicado seguir una dieta.
• Los alimentos integrales pueden ser la clave para saciar tu hambre en las horas previas a las comidas fuertes del día. De ese modo, toma barritas de cereales o yogures desnatados con trozos de fruta a media mañana y para merendar.
• Beber agua, un requisito imprescindible en cualquier dieta que se precie. Es aconsejable beber un litro y medio cada día. Además, es saludable beber un vaso de agua justo antes de cada comida para ayudar a que tu organismo metabolice las grasas y para llenar tu estómago con ánimo de disminuir tus ansias de comer.
• Se permite tomar chocolate en su justa medida. Para calmar esa ansiedad es posible comer una onza de chocolate cada cierto tiempo, teniendo en cuenta algo importante. El chocolate negro no engorda y podrás consumirlo tranquilamente. Además, contiene propiedades antioxidantes y antinflamatorias para prevenir la obesidad.
• Busca el equilibrio entre cuerpo y mente. Aunque estés siguiendo una dieta efectiva, no dejes de hacer deporte. La idea es ponerse en forma, relajarse y olvidarse de la ansiedad a través del ejercicio. Además, con determinadas actividades como el yoga o el Pilates aprenderás técnicas de respiración y relajación que te liberarán de la ansiedad.

• Darse ciertos caprichos. Aunque hayas saciado tu apetito, es posible que tu cerebro te pida ese alimento que tienes prohibido. Para no pensar en ello, lo mejor es buscarse un hobby o similar para mantener la cabeza ocupada. Ve de compras, córtate el pelo, lee un libro o haz planes con tu pareja.