Nuestros ancestros no paraban de moverse porque su vida dependía de ello. Mucho hemos evolucionado desde que la raza humana salía a cazar en grupo con todos los peligros que debían asumir. Si lo piensas bien, no deja de ser curioso. Y es que nuestra evolución mental nos ha llevado ...
Nuestros ancestros no paraban de moverse porque su vida dependía de ello. Mucho hemos evolucionado desde que la raza humana salía a cazar en grupo con todos los peligros que debían asumir. Si lo piensas bien, no deja de ser curioso. Y es que nuestra evolución mental nos ha llevado a obtener lo que necesitamos de la forma más cómoda y efectiva posible. Sin embargo, eso ha hecho que hayamos involucionado a nivel físico.
El sedentarismo tiene que ver con nuestro planteamiento de vida. El ser humano ha sido diseñado para relacionarse con el medio ambiente y mantenerse activo. Sin embargo, nuestra conducta ha cambiado y con ello nuestros problemas físicos al no seguir el programa biológico para el que fuimos creados.
Nuestro cuerpo ha sido programado para la acción y no para estar inactivo durante horas. Hoy día, lo que se lleva es el fitness y otros deportes que, aunque sean beneficiosos, resultan insuficientes para dejar a un lado el sedentarismo.
Por esa razón, nuestra historia biológica va por un lado y nuestro planteamiento de vida actual va por otro. Nuestra comodidad ha hecho que cambiemos radicalmente de proceder y que nuestra actividad física se vea limitada. Sin embargo, lo que creemos que es bienestar y confort tiene un coste alto en forma de sobrepeso, diabetes y enfermedades del corazón.
Una persona sedentaria apenas cuenta con un nivel de actividad física aceptable. Diríamos que prácticamente es nulo, pues no solo se pasa ocho horas en la cama sino que permanece horas y horas sentada en una silla, ya sea trabajando o entreteniéndose con la televisión.
Cuando este tipo de personas ni tan siquiera hacen uso de la actividad física para trasladarse de un lugar a otro, hablamos de sedentarios absolutos. Sin embargo, las personas que están dispuestas a cambiar parte de su rutina sedentaria por una serie de ejercicios diarios, son los llamados sedentarios activos. Ahora bien, para convertirse en un sedentario activo basta con hacer ejercicio dos veces por semana, lo que no requiere demasiado esfuerzo.
Para dejar a un lado el sedentarismo y convertirnos en personas activas, la única solución viable consiste en hacer ejercicio. Existen multitud de actividades para conseguirlo, todo dependerá de las preferencias y necesidades de cada persona:
Ahora bien, lo más aconsejable es obtener una movilidad completa y eso se consigue haciendo un combinado de ejercicios o actividades. En el Paleolítico, el ser humano llevaba a cabo todo tipo de movimientos de manera frecuente, de ahí que nosotros tengamos que intensificar nuestro nivel físico a través de la práctica de varios deportes.
Prueba a andar más y variar en el mundo del deporte. Si, por ejemplo, el lunes vas a natación, procura salir a bailar el martes y practicar running el miércoles.
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