El 15 de febrero puede ser una fecha para olvidar para algunos enamorados. Sobre todo porque es uno de los días del año donde las rupturas de pareja se disparan. San Valentín funciona como una fecha catalizadora en lo que a rupturas de pareja se refiere porque el nivel de exigencia en las relaciones que ya van mal aumenta. La escritura se posiciona como una vía a través de la cual canalizar el dolor y superar la ruptura. La escritora, Diana P. Morales, que lleva más de 23 años como profesora de escritura y es profesora de escritura y al frente de El Portal del Escritor, comparte cuatro ejercicios de escritura terapéutica para lidiar con el duelo. Hace un par de años, el diario británico Daily Mail publicó, tomando como fuente los estados de Facebook, las fechas clave en las que se producían rupturas sentimentales y la conclusión fue que las parejas solían romper dos semanas antes de Navidad y justo un día después de San Valentín, el 15 de febrero.

San Valentín funciona como una fecha catalizadora en lo que a rupturas de pareja se refiere porque el nivel de exigencia en las relaciones que ya van mal aumenta. "Ante una ruptura o mal de amores, la escritura se erige como como una herramienta terapéutica. No en el sentido de solucionar problemas directamente quizá, pero, desde luego, suele ser una buena forma de sacar a la luz lo que llevamos dentro, desahogarnos, aclarar nuestros sentimientos o nuestras dudas, animarnos, conocernos mejor e incluso de ayudarnos a tomar una decisión", afirma Morales.

Se dice que Goethe escribió "El joven Werther" en una sola noche para desahogar las penas por un amor no correspondido.
De ahí que en la escritura podamos volcar nuestras preocupaciones, miedos o conflictos al mismo tiempo que nos proporciona alivio o confort. "El objetivo de la escritura terapéutica no es demostrar tus habilidades literarias, sino expresar de forma silenciosa pero profunda todo aquello que uno no sabe o no puede expresar en voz alta", comparte Morales.

Cuatro ejercicios de escritura terapéutica para superar una ruptura
1. La escritura automática. Esta técnica, inventada a principios del siglo XX por la escritora vanguardista Dorothea Brande, consiste en escribir lo primero que a uno se le pase por la cabeza. Sin borrar, sin editar, sin detenernos a pensar.
El propósito no es nunca crear una obra literaria, sino dejar fluir las ideas libremente, sin el freno de nuestro juicio, nuestra moral, nuestra vergüenza o nuestra lógica… para encontrar la solución a un conflicto.

2. La escritura a través de cartas. Escribir una carta a un destinatario con el que se está en conflicto es una manera de decirle a esa persona todo lo que uno siente. Después se puede guardar, romper, quemar… El objetivo es descubrir y liberar nuestras emociones. Un conflicto sin resolver no nos deja avanzar. Sacar a la luz lo que sentimos para entender el por qué e incluso perdonar es el objetivo de este ejercicio. Morales recomienda ordenar la carta de la siguiente manera: primero cuentas por qué estás enfadado. Deja salir toda tu ira. Después, explicas qué es lo que te causa tristeza o lo que te ha hecho daño. Aquí ya no se trata de acusar, sino de mirar dentro de ti. En la tercera fase, hablamos de los miedos. Qué es lo que te causa temor de esta situación. Después damos paso al arrepentimiento (si lo hubiera) para finalmente cerrar la carta desde el amor.

3. La carta de agradecimiento. "Puede que en este momento estés pasando por una ruptura, pero estoy segura de que en tu vida hay otras cosas por las que estar agradecido", afirma Morales. Este ejercicio está pensado para sentirse mejor y relativizar los problemas. La autora recomienda escribir una lista de al menos 30 cosas por las que estás agradecido. La idea de este ejercicio es centrarse en lo positivo para disfrutarlo más. Una variante es escribir tres cosa por las que uno está agradecido cada noche en una libreta.

4. Escribe la vida que quieres. Estudiosos del cerebro afirman que las palabras que usamos conforman nuestra realidad.
Este ejercicio consiste en describir la vida que quieres en el futuro, con todo detalle. Se trata de describir tu vida ideal, tanto laboral, como amorosa, salud, familia, incluso la casa en la que vivirás, los éxitos que habrás conseguido. Hay que escribirla en presente, como si ya lo hubieras conseguido. Fue una práctica que siguió la escritora norteamericana Octavia Butler: solía escribirse estas cartas de forma regular afirmando, por ejemplo, que conseguiría suficiente dinero con sus libros para comprarse una casa nueva. Como recomendación final y para que estas técnicas funcionen la escritora sostiene que todos estos ejercicios se deben trabajar con papel y bolígrafo. Es decir, a mano, evitando dispositivos electrónicos.