Niños entre 1 y 2 años: todo lo que debes saber

Carmen Reija

El pequeño bebé se va transformando en un niño. Disfrutadlo porque tiene un encanto especial y notaréis una conexión muy intensa con esa personita que quiere aprenderlo todo y no para ni un momento. Seguro que te agota porque su energía es muy superior a la tuya.

17/04/2020

Revisiones médicas Las visitas al pediatra son muy frecuentes debido tanto a las revisiones rutinarias (en las que debes preguntar todas tus dudas) como a situaciones de alarma ante una enfermedad. Se acude al especialista porque el niño presenta síntomas (fiebre, diarrea, falta de apetito, ojos brillantes, mocos, tos, etc.) y ...

Revisiones médicas

Las visitas al pediatra son muy frecuentes debido tanto a las revisiones rutinarias (en las que debes preguntar todas tus dudas) como a situaciones de alarma ante una enfermedad. Se acude al especialista porque el niño presenta síntomas (fiebre, diarrea, falta de apetito, ojos brillantes, mocos, tos, etc.) y el resultado suele ser, normalmente, el mismo: "es un virus". Las estadísticas refieren que, durante sus primeros seis años, los niños pueden verse atacados hasta por 300 virus diferentes. Debemos aparentar tranquilidad, porque incluso los más pequeños perciben nuestro nerviosismo y puede afectarles negativamente provocando el rechazo a todo lo que se relacione con la consulta. Tras el diagnóstico es imprescindible seguir las pautas del médico y no modificarlas porque "otras veces no lo he hecho así".

Ojos

Su salud visual debe ser controlada, siendo fundamental la información suministrada por los padres y los profesores, quienes pueden detectar anomalías que deben consultar al pediatra. En esta etapa preescolar pueden presentarse ambliopía o estrabismo que son perceptibles y tratables en momentos iniciales.

Incorporando alimentos

Empieza a probar nuevos alimentos. Las pautas son muy claras y las proporciona el pediatra cuando acudes a las revisiones. Suelen indicar que:

  • Se deben ir introduciendo alimentos que antes no podía tomar como ciertas frutas o verduras que empiezan a utilizarse para elaborar los purés adaptados a sus necesidades.
  • Resulta importante lograr la textura adecuada de los purés. Es necesario triturarlos para facilitar que los pueda comer y tener mucho cuidado con los atragantamientos.
  • La leche sigue siendo un pilar fundamental (medio litro diario). Es el momento de las leches de crecimiento, especialmente adaptadas.
  • La hora de la comida puede ser complicada si tu hijo es de los que comen mal. Lo importante es que no desesperes e intentes racionalizar la situación. Coméntalo con el pediatra, quien te dará unas pautas concretas.

Mi hijo no quiere comer

Estos niños que "comen mal" se caracterizan, entre otros factores, porque siempre comen poca cantidad y variedad, muy lentamente, se despistan con cualquier cosa, no les interesa probar alimentos nuevos y no tienen hambre a la hora de las comidas.

Recurrir a las múltiples pantallas que abundan en cualquier hogar no es la mejor opción, pero se ha comprobado que funcionan y los niños acaban asociando el momento de comer con la visión de los dibujos que les gustan. Consulta a tu pediatra la conveniencia de su utilización.

Baño reparador

A nivel higiénico, se recomienda continuar con las pautas habituales. Bañarle con los productos indicados (gel, champú, etc.) y dedicar el tiempo preciso a este momento placentero para todos. Lo normal es que lo disfruten con sus juguetes preferidos y se relajen para dormir mejor. Evita bañarlo si estás apurada porque no obtendrás ningún beneficio salvo el derivado de la higiene.

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