Desde aquí te vamos a explicar en qué consiste la dieta paleo. Se trata de la alimentación que seguían nuestros antecesores, adaptada a nuestra situación actual. Ahora bien, ¿hasta qué punto es beneficiosa para nuestra salud?

¿En qué consiste la dieta paleo?

Cuando hablamos de esta "dieta paleolítica" debemos incluir ciertos alimentos que es fácil encontrar en nuestro día a día: pescado, frutas, huevos, carnes magras, verduras, frutos secos y semillas.

Básicamente, estos son los alimentos empleados para elaborar nuestros platos diarios, es decir, todos aquellos que se obtienen de la recolección o la caza. Ahora bien, en la dieta paleo quedan descartados los alimentos que surgen de la agricultura o similar, es decir, los lácteos, las legumbres y los cereales, tal y como sucedía en el pasado.

La idea de esta dieta es mirar atrás e incorporar alimentos que sean compatibles genéticamente con el cuerpo humano, algo que supuestamente no sucede con la alimentación moderna. Según la hipótesis que maneja este tipo de alimentación, los alimentos de primera necesidad, fruto de la agricultura, están íntimamente relacionados con la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiacas. La explicación es que los seres humanos no han tenido tiempo de adaptarse a ellos de forma adecuada.

Esta dieta también elimina las patatas, la sal, el azúcar y cualquier tipo de alimento procesado. De hecho, asegura que las personas que lo cumplen fielmente, se podrán beneficiar de las siguientes ventajas:

• Perder peso
• Controlar el apetito y la presión arterial
• Aumentar la energía
• Reducir el número de triglicéridos
• Mejorar la tolerancia a la glucosa

Parece ser que la práctica de este estilo de vida conlleva una buena salud, aunque aún no existen fundamentos suficientes para garantizar que sea así. Nunca está de más conocer nuevas alternativas para saber qué es lo que más nos conviene, pero lo más recomendable es consultarlo con un médico o un experto nutricional para saber si encaja con nuestra situación personal.

Los beneficios de la "dieta prehistórica"

• Reduce la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre. Los alimentos procesados se eliminan directamente de nuestra alimentación de cada día. Esta situación reduce el nivel de azúcar y sales, reduciendo a su vez el riesgo de contraer diabetes o enfermedades cardiovasculares.
• La grasa que se ingiere de los alimentos que componen esta dieta es más saludable. Consumir grasas no saturadas de una forma moderada, como es el caso del aceite de oliva, conlleva un perfil sano.
• Posee un alto valor proteico, siendo fundamental para la piel, los cartílagos, los huesos y los músculos.
• La funcionalidad de riñones y músculos mejora. Las frutas y verduras forman parte de su alimentación, siendo imprescindibles para que el cuerpo funcione correctamente.

Lo cierto es que no todo son ventajas. La dieta paleo elimina ciertos alimentos que contienen vitaminas esenciales y nutrientes a los que se ha acostumbrado nuestro organismo. De esa forma, el nivel de calcio disminuye, algo que conlleva una densidad ósea inferior. La falta de fibra es otro de los problemas, pues los cereales favorecen el tránsito intestinal y regulan el organismo. Y así con otros alimentos más que en esta dieta están prohibidos.

Además, es imposible seguir la alimentación de nuestros ancestros. Nuestro cuerpo se ha ido adaptando a un entorno que ha ido cambiando y evolucionando, así que genéticamente hemos cambiado.