África todavía no ha sufrido lo peor de la COVID-19, pero tiene que mantenerse prevenida: los últimos estudios realizados sobre la enfermedad apuntan a que una temperatura ambiental más elevada no influye a la baja en su contagio y efecto, por lo que una futura ola que atacara al continente ...
África todavía no ha sufrido lo peor de la COVID-19, pero tiene que mantenerse prevenida: los últimos estudios realizados sobre la enfermedad apuntan a que una temperatura ambiental más elevada no influye a la baja en su contagio y efecto, por lo que una futura ola que atacara al continente podría hacer mella, teniendo en cuenta una sanidad deficitaria.
En Kenia consideran que la información tiene prioridad en esta lucha, y además de hacer acopio de mascarillas, respiradores y otros útiles para combatir la plaga, como en cualquier otro país, también están reforzando su red 4G para que las comunidades más aisladas puedan informar de casos.
La 4G no solamente sirve para dar parte de nuevos casos, sino también para proporcionar soluciones de telemedicina, facilitando el contacto con expertos que pueden asesorar a los médicos de cabecera locales, más generalistas y con menores conocimientos en profundidad de la enfermedad.
De la misma manera, la 4G también facilita en mayor medida el trabajo remoto, ayudando así a que las políticas de confinamiento surtan efecto.
Pero, en un país en el cual el tendido de infraestructuras terrestres es complicado, la operadora gubernamental Telkom Kenya ha optado por reforzar su red de telecomunicaciones vía aérea, desplegando los globos de Loon, una subsidiaria de Alphabet (compañía matriz de Google).
Dichos globos se lanzan desde los Estados Unidos y, en unas semanas, llegan a Kenia, para poder ser anclados al lugar en el que prestarán servicio. Al tener que cruzar los cielos kenianos, la operadora del aquel país ha tenido que obtener permiso de la autoridad de la aviación civil del país.
Una vez posicionados los globos en sus respectivos lugares, el equipamiento de red que transportan deberá integrarse con el resto de la red de telefonía y datos del país.
Kenya Telkom lleva los dos últimos años trabajando con Loon en la realización de pruebas para poder desplegar este servicio, pero la actual situación de pandemia ha hecho necesario dar luz verde y acelerar este despliegue para hacer frente a la enfermedad.