La dieta mediterránea es una de las más populares en España por los múltiples beneficios que aporta y por su sabor, aunque la dieta escandinava se está abriendo camino como rival ejemplar. De ese modo, la Organización Mundial de la Salud ha decidido tenerla en cuenta como otra opción saludable más.

La dieta escandinava surgió en 2004 por parte de algunos chefs muy conocidos que apostaron por lo último en cocina nórdica. Es un tipo de alimentación utilizada para perder peso o cuidar la línea de una manera saludable en países como Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia.

Este tipo de dieta destaca por muchos motivos. Uno de ellos es que contiene menos grasa y azúcar que otras dietas europeas. ¿Quieres saber más de ella y si puedes incluirla en tu alimentación diaria?

¿Cómo es la dieta escandinava?

Como hemos mencionado, se trata de una dieta que presenta poco azúcar y poca grasa, siendo fuente de fibra. Si decides adoptarla como plan de vida, debes tener en cuenta la ingesta de ciertos alimentos entre los que destacan determinadas legumbres, frutas, vegetales, queso, huevos, carne magra, pescado, semillas y cereales integrales.

En cuanto a los alimentos prohibidos se encuentran los ultraprocesados, tales como los alimentos ricos en azúcares, las carnes procesadas o la comida rápida. La idea es consumir productos con nutrientes adecuados que beneficien nuestra salud.

Asimismo, suele emplear productos naturales y de temporada, algo que repercute positivamente a nivel medioambiental. De ese modo podemos afirmar que la dieta escandinava no solo es saludable sino respetuosa con el entorno.

¿Qué diferencias existen entre la dieta mediterránea y la escandinava?

Los alimentos que incluye la dieta escandinava son similares a los de la mediterránea. De hecho, ambas utilizan materia prima de calidad y eliminan todo lo procesado, aunque existen diferencias entre ambas.

Por ejemplo, el aceite de oliva es esencial en la dieta mediterránea, pero no así en la escandinava en la que se utiliza aceite de colza extraído precisamente de la semilla de colza. En cuanto a la fruta, como ya sabes, la dieta mediterránea la utiliza en abundancia, mientras que en los países nórdicos no cuentan con tanta fruta de temporada como consecuencia del clima, salvo en el caso de bayas y frutos rojos.

En la dieta escandinava se utiliza más pescado que carne, algo lógico si tenemos en cuenta que en los países nórdicos abunda esta materia prima. Por esa razón, esta dieta es fuente de omega 3 y otras grasas polinsaturadas, siendo eficaz para reducir la presencia de las enfermedades cardiovasculares.

¿Qué alimentos se incluyen en la dieta escandinava?

Si quieres probar esta dieta deberás disponer de algunos alimentos imprescindibles, muchos de ellos empleados en la dieta mediterránea. Toma nota de ellos:

• Vegetales como pepinos, remolacha, nabos, brócoli, coles y vegetales de hoja verde.
• Legumbres como judías, garbanzos y lentejas.
• Frutas como moras, fresas, arándanos, manzanas y peras.
• Pescados como bacalao, caballa, arenques y salmón.
• Carnes como cerdo, cordero y tercera.
• Lácteos en forma de productos similares al yogur y queso en crema desnatada.
• Cereales integrales como al avena y el centeno.
• Especias como el hinojo, el tomillo o el eneldo.