Cómo gestionar las emociones

Rosa Girona Roig, periodista y CEO de @bellezasolidaria

¿Sabías que una emoción dura solo 90 segundos? Después, somos nosotros los que renovamos esa emoción y la magníficamos. Hasta el punto de convertirse en "difícil". La aplicación de meditación PetitBambou nos explica cómo aprender a identificarlas y saber cómo manejarlas.

25/07/2020

Las emociones (más) difíciles Antonio Gallego, experto en Mindfulness y colaborador de la app de meditación Petit BamBou. nos recuerda algunas de las emociones más frecuentes y difíciles y cómo gestionarlas. El primer paso es "no rechazar esa emoción" y contextualizarla, para así "mejorar nuestro diálogo interior" y no generalizar las ...

Las emociones (más) difíciles

Antonio Gallego, experto en Mindfulness y colaborador de la app de meditación Petit BamBou.
nos recuerda algunas de las emociones más frecuentes y difíciles y cómo gestionarlas. El primer paso es "no rechazar esa emoción" y contextualizarla, para así "mejorar nuestro diálogo interior" y no generalizar las emociones. Además, según el experto, habiendo conseguido eso, el mejor remedio es hablar de ellas abiertamente, bien hacia los demás o bien a través de la escritura. "Esto nos aportará cierta sensación de libertad, porque ya no sentimos esa "obligación" de tener que ocultar aquello que sentimos en nuestro interior", apunta Antonio Gallego.

  • Miedo. Salvo personas entrenadas para actuar "pese al miedo" (no "sin miedo"), para la mayoría el miedo es una emoción altamente paralizante. Además de bloquearnos, puede también llevarnos a huir, a evitar aquello que tememos, haciendo que nunca seamos capaces de afrontar esa situación. Con la sensación de estar bloqueados nos veremos sin capacidad de avanzar, sin tener el control de nuestra vida y ello nos causará gran malestar.
  • Ira. Es explosiva, y como cualquier explosión tiene un radio de afección que no solamente nos daña a nosotros mismos, sino que puede afectar a aquellas personas que nos rodean y que son importantes para nosotros. La ira tiene la dificultad de que contenerla es perjudicial, pero sacarla también lo puede ser si no se hace de la forma correcta. Hay maneras de mitigar la ira sin que sea destructiva hacia nosotros mismos y los demás.
  • Culpa. A veces dejamos nuestra mirada en una acción del pasado en cuyas consecuencias nos recreamos una y otra vez, como si eso fuera a cambiar lo sucedido. Lo adaptativo en ese caso es reconocer e integrar un aprendizaje y seguir adelante. También la culpa puede surgir por sentirnos excesivamente responsables en el cumplimiento de las expectativas de los demás, anteponiéndolas muchas veces a las acciones que verdaderamente necesitamos para encontrar el bienestar en nosotros mismos.
  • Ansiedad. En la ansiedad se suelen entrelazar varias emociones como el miedo, la incertidumbre, la culpa, la tristeza… Junto al deseo de evitar que nos invada semejante coctel de sensaciones. Pero cuanto más luchamos por evitarlo, más crece en nuestro interior, pues intentamos contener algo que está empujando por salir y expresarse. Una ansiedad mantenida y mal regulada puede ocasionar graves daños en nuestro sistema inmunológico, dando pie a padecer más enfermedades.

Mindfulness: un camino para gestionar las emociones

Afrontar y regular estas "emociones difíciles" es posible y el mindfulness puede ayudarte (mucho). Porque con él, aprenderás a observar tu lado emocional, identificar la emoción, permanecer en ella con calma, y dejarla ir cuando la hayas atendido con el cuidado que requiera. Pero para que funcione, has de entrenar tu atención. Por eso, ha de ser un ejercicio diario. Antonio Gallego nos sugiere algunos tips para aprender de las emociones y a relacionarte mejor con tu universo emocional:

  • Busca un lugar cómodo para sentarte o tumbarte.
  • Realiza inspiraciones y espiraciones abdominales con los ojos cerrados, pero dejando que la respiración sea natural.
  • Lleva la atención a las partes del cuerpo que se han activado con la emoción que estás sintiendo.
  • Identifica las características de tus pensamientos: tono, velocidad, expectativas...
  • Observa si…

…todo eso que estás pensando se corresponde con la realidad.
…reconoces la emoción que está habitando en tu interior.
…sabes expresar esa emoción: "Ahora me siento... porque…".
…te permites vivir esa emoción, sin huir de ella y sin "etiquetarte" en base a la emoción.

  • Según vayas dejando espacio a la emoción, con cada espiración ve desactivando (aliviando) las partes del cuerpo que notabas como activas por la emoción.
  • Da las gracias a la emoción por haber aparecido, traído su mensaje y déjala ir para seguir adelante.

Para una meditación guiada, la app de meditación Petit BamBou lanza un nuevo programa específico para Emociones difíciles. Dirigido por Yasmine Lienard, psiquiatra e instructora de meditación de conciencia plena, está compuesto por 10 sesiones de mediación de entre 10 y 15 minutos, con multitud de pistas y ejercicios para aprender a gestionar las emociones.

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