No es ningún secreto. A las personas que les diagnostican diabetes, el médico les suele recomendar llevar una vida más sana, esto es, cuidar la alimentación y practicar ejercicio regularmente. Ahora bien, también es lógico que muchos diabéticos no sepan qué tipo de ejercicio es el que mejor les conviene y cuáles son los resultados.

Desde aquí vamos a hablar un poco sobre los beneficios del ejercicio en las personas diabéticas y cuáles son las actividades más recomendadas. De cualquier forma, la mejor opción es contactar con un especialista que estudie el caso que se trate y plantee las mejores alternativas.

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio en personas diabéticas?

El ejercicio es algo que debemos tener en cuenta para controlar la diabetes. De todas formas, el deporte es beneficioso para el todo el mundo, siendo imprescindible para frenar ciertas patologías como la hipertensión, la obesidad o la hipercolesterolemia o colesterol alto en sangre.

Los beneficios de seguir una actividad física regular son muchos. En primer lugar, hacer deporte incrementa la necesidad del músculo a utilizar glucosa y, al mejorar la sensibilidad a la insulina, se reducen sus necesidades diarias. Esto permitirá disminuir poco a poco la dosis de los antidiabéticos orales a los que suelen estar sometidos los diabéticos.

También impide ganar kilos de más, regular la tensión arterial y controlar los niveles de colesterol. Así, los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares disminuyen significativamente, por no mencionar los beneficios que conlleva a nivel psíquico, mejorando el bienestar y calidad de vida del diabético.

Por regla general, practicar cualquier tipo de ejercicio siempre va a ser bueno. Ahora bien, en el caso que nos ocupa, lo más recomendable es optar por el ejercicio aeróbico, ya sea caminar o coger la bicicleta cada día. Para las personas diabéticas también es beneficioso el ejercicio de resistencia, como carreras de corta duración (sprint) o pesas.

¿Qué hay de la alimentación?

Si hablamos de alimentación, los diabéticos no necesitan seguir una dieta determinada que sea acorde a su situación. Lo cierto es que las recomendaciones en base a su alimentación son prácticamente las mismas que debería seguir cualquier persona no diabética para cuidar su salud.

La dieta mediterránea es una magnífica opción para garantizar nuestra salud. Lo más adecuado es variar el menú que comemos cada día y adaptarlo estratégicamente para que toda la familia, incluyendo los más pequeños, consuman verduras, pescado o legumbres.

De cualquier forma, existen ciertos aspectos en relación con la diabetes a los que debemos prestar atención como es la hipertensión, la obesidad o la hipercolesterolemia. Para controlar nuestra dieta es preciso reducir la sal, eliminar las grasas perjudiciales y controlar el número de calorías consumidas.