El sedentarismo es uno de los factores de riesgo de mortalidad más importante que existe a nivel mundial. Según los expertos, la falta de actividad física puede convertirse en una causa mortal. De hecho, los estudios revelan que aumenta el riesgo de padecer enfermedades tipo cardiopatías, diabetes o cánceres de ...
El sedentarismo es uno de los factores de riesgo de mortalidad más importante que existe a nivel mundial. Según los expertos, la falta de actividad física puede convertirse en una causa mortal. De hecho, los estudios revelan que aumenta el riesgo de padecer enfermedades tipo cardiopatías, diabetes o cánceres de mama y colon. Además, hacer ejercicio cada día ayuda también a prevenir otro tipo de enfermedades como obesidad, depresión o hipertensión, entre otras.
Es cierto que practicar la misma actividad día tras día, sin cambiar la intensidad y la frecuencia, puede no resultar tan beneficioso. Sin embargo, puede que el problema sea otro. Algunas personas creen que el deporte no les funciona y, aunque otros puedan pensar que no se esfuerzan lo suficiente, la realidad es que puede tratarse de una especie de resistencia basada en una causa física.
Unos investigadores de la Universidad de Kanazawa, en Japón, han demostrado que algunas personas no responden de la misma manera ante el deporte y no logran alcanzar los objetivos esperados tras su práctica. La diferencia puede consiste en el nivel de selenoproteína P, una proteína que se encuentra en el plasma y que es secretada mayormente por el hígado.
Cuando existe una cantidad muy alta de esta proteína en el organismo, no es posible obtener los mismos beneficios que normalmente nos concedería el ejercicio. Por un lado no conseguiríamos perder peso y, por otro, tampoco mejoraríamos nuestros niveles de glucosa. Esta proteína lo impediría.
No hay muchos estudios relacionados con esta proteína, aunque una anterior a esta investigación estableció un relación entre la selenoproteína P, la resistencia a la insulina y el aumento de los niveles de glucosa. Parece ser que los nuevos datos obtenidos demuestran que su resistencia conllevaría a no poder beneficiarnos de otras ventajas asociadas al ejercicio.
En este estudio participaron mujeres con niveles más altos y más bajos de esta proteína y se llegó a una conclusión muy interesante. Al hacer deporte, las mujeres que presentaban mayor cantidad de esta proteína en sangre, mostraron un consumo inferior de oxígeno que el resto, otra prueba más que confirmaría su resistencia al ejercicio. Y es que cuando practicamos deporte, los músculos necesitan más oxígeno, por lo que un bajo consumo conllevaría menor rendimiento.
Lo que aún no se sabe es por qué los organismos de algunas personas tienden a producir más selenoproteína P de la cuenta. Si en el futuro se sigue investigando y se llega a una determinación, es muy posible que se pueda crear un fármaco que equilibre su producción para responder ante la actividad física. Esta situación, además, permitiría controlar mejor la glucemia en diabéticos, por lo que ellos también podrían beneficiarse de la práctica de ejercicio.
Sea como sea, si últimamente has notado que no obtienes resultados con el ejercicio, puede que no se trate de un problema en el metabolismo. También es posible que no lo hagas con la regularidad adecuada o que no lo combines con otras actividades.
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