La calabaza ha ido ganando adeptos con el tiempo. Tal vez haya sido un vegetal ignorado durante algún tiempo, pero ahora que está más accesible que nunca, se ha convertido en un ingrediente esencial en nuestra cocina de otoño.

Dado su color intenso y su sabor dulce, mucha gente pensaba que se trataba de un alimento especialmente calórico. Sin embargo, es la verdura de la temporada y a sus múltiples beneficios nutricionales, hay que sumarle sus muchas posibilidades culinarias.

La calabaza es una baya gigante que se presenta en diferentes variedades. Su textura es similar al calabacín, solo que ésta verdura es en realidad una calabaza joven, que es consumida antes de que su piel se endurezca.

Verdura hipocalórica donde las haya

Efectivamente estamos ante una verdura hipocalórica. Pese a tener una apariencia más bien robusta y sólida, lo cierto es que su composición está dotada de un 95% de agua. Se trata de un alimento con muy pocas calorías que se ha convertido en uno de los alimentos más utilizados en las dietas de adelgazamiento.

Es rica en betacarotenos, responsables de su espectacular color naranja, lo que la convierten en una verdura que destaca por su alta concentración en vitamina A y propiedades antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres.

¿Cómo podemos tomarla?

Las recetas en las que se incluye este ingrediente son ilimitadas. Se puede tomar en crudo o en zumo. Incluso es posible elaborar deliciosos smoothies, siempre y cuando incluyas otros ingredientes como leche de almendras y plátano.

A pesar de lo que pueda parecer, se cocina rápidamente y no es imprescindible cocerla. De hecho, es posible añadirla a cualquier salteado, como un riquísimo wok de verduras, y el resultado será increíble.

También es posible incluirla en guisos caseros y añadirla a las legumbres. Y es que si eres una habitual del calabacín o la col, ¿por qué no emplear la calabaza del mismo modo? Fuera de España se emplea de formas muy diferentes. En Estados Unidos se elaboran ricas tartas de calabaza, mientras que en Oriente Próximo la sirven horneada y con salsa de yogur. En nuestro país también solemos hacer bizcocho de calabaza, una receta deliciosa en la que, además de emplear los ingredientes básicos, también podemos agregar un poco de nuez moscada y canela.

Nutritivos purés de calabaza

Ahora bien, si hay un plato típico de otoño que destaca por encima de los demás es el puré de calabaza. Existen muchas formas de hacerlo, todo depende de los gustos de cada persona. Normalmente, se cuecen los trozos de calabaza durante unos minutos y, una ven están blanditos, se mezclan bien en la batidora con un poco de sal y pimienta. Hay quien también añade zumo de naranja u otras verduras para concederle un sabor especial.

Otra receta que también triunfa consiste en sofreír cebolla, puerro picado y trozos pequeños de calabaza, que previamente habremos cocido. Tras mezclar bien los ingredientes en la sartén, utilizamos la batidora y añadimos un poco de nata líquida o leche (la cantidad dependerá del grado de espesor deseado). Una vez hecho, se añade sal y pimienta, y se sirve en el plato con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unos picatostes de pan frito.