Lo recomendable es consultar al médico y seguir sus indicaciones. Su asesoramiento permitirá mejorar la situación dilatada en el tiempo que padecen quienes viven con inflamación y dolor crónicos debido a diferentes patologías en las que el organismo genera compuestos causantes del proceso inflamatorio (la artritis es la más frecuente). Pero ...
Lo recomendable es consultar al médico y seguir sus indicaciones. Su asesoramiento permitirá mejorar la situación dilatada en el tiempo que padecen quienes viven con inflamación y dolor crónicos debido a diferentes patologías en las que el organismo genera compuestos causantes del proceso inflamatorio (la artritis es la más frecuente).
Pero la inflamación es mucho más. Si te das un golpe, se inflama la zona; si te sacan una muela, se inflama la mandíbula; si te tuerces un pie, se inflama el tobillo; si te pica un insecto, se inflama el área afectada y así sucesivamente. Y no entiende de edades, pues aparece en cualquier momento cuando es un golpe el causante del problema. ¿Te has fijado en los chichones que los niños se hacen jugando?
Aunque los motivos por los que se produce son variados, siempre coincide que la situación genera dolor a quien la padece. Diversas zonas del cuerpo pueden verse afectadas y el tratamiento debe ser pautado por el médico. Acude a su consulta y comenta lo que te ocurre. Te dará la solución.
Generalmente el tratamiento se centra en fármacos denominados antiinflamatorios y que resultan muy eficaces, aunque presentan efectos secundarios que deben ser tenidos en cuenta. El paciente, normalmente, mejora con rapidez y no suele ser necesario repetir el tratamiento. El tema se complica cuando es un proceso crónico que debe ser tratado con estos compuestos durante un largo período de tiempo. El abuso de los denominados antiinflamatorios no esteroideos genera diarreas, malestar abdominal, úlceras, dolores de cabeza, etc. por lo que, en ocasiones, se pautan acompañados de un protector gástrico.
Si sufres un proceso crónico, la situación puede mejorar si modificas algunos hábitos nocivos para tu salud. A nivel nutricional, por ejemplo, se ha demostrado que algunos alimentos tienen efectos antiinflamatorios. Podemos destacar, entre ellos: frutos secos (almendras, avellanas, nueces), verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, etc.), semillas de lino, frutos rojos, pescados (salmón, caballa, atún, sardinas), aceites vegetales (oliva virgen), aguacate, aceitunas, brócoli, té verde, piña, manzanas, etc. En sentido contrario, se recomienda evitar el consumo de alimentos elaborados con harinas blancas o azúcares refinados y los que contengan grasas saturadas.
Cuando la inflamación se debe a una causa puntual (torcedura, golpe, etc.) lo recomendable es tratar el problema que la ha desencadenado. Por ejemplo, si te ha picado un insecto, lo primero es eliminar el aguijón, desinfectar la zona y tratar la inflamación. En estos casos no suelen pautarse fármacos por vía oral sino tópica: una pomada, un ungüento, etc. cuyo componente fundamental será un antiinflamatorio y/o un analgésico. Es una buena opción. Evita la automedicación. Consulta a tu médico y/o farmacéutico.
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