La afectación no solo altera la manera en la que caminamos y nos estiramos y ni siquiera solo en nuestro humor, sino que también afecta a nuestra calidad de sueño, pues para la mayoría de los afectados ese dolor implica más dificultades a la hora de encontrar la postura adecuada para dormir.

Entonces se sienten más cansados y con una sensación de fatiga que se suma al dolor y además de quitarnos las ganas de hacer cosas.

Entre otras afectaciones también relacionadas al dolor muscular, encontramos la rigidez e incluso el dolor de cabeza, que afecta a un 24% de la población con dolores musculares habituales.

La situación actual es difícil pues, ahora que hemos visto nuestra movilidad reducida hemos potenciado sin querer esas rutinas que contribuyen a los dolores musculares: estar muchas horas sentados, sufrir estrés e incluso cargar peso. Y lo mismo ocurre con otros tipos de dolores musculares también comunes, como por ejemplo, en articulaciones como las muñecas, los codos, las rodillas o los hombros.

Esto es provocado por el uso del ordenador y el teléfono móvil que hacen que estas zonas estén en tensión, lo que suele provocar el dolor.

El uso en si de estos dispositivos no es el problema, aunque sí lo es estar mucho tiempo sentados en la misma posición, ya que eso genera microtraumatismos en la musculatura y a la larga, esto suele acabar desencadenando episodios de dolor.

Estas prácticas unidas al sedentarismo habitual de las personas que casi nunca practican deporte agrava las consecuencias de cualquier molestia.

Pues muchos fisioterapeutas explican que nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento y cuando no usamos nuestros músculos estos se acaban atrofiando y es cuando aparecen las contracturas.

Soluciones: deporte

Por ello, lo mejor para evitar y remediar el dolor muscular es, además de empezar a reservar momentos en nuestro día a día para hacer deporte, acudir a un fisioterapeuta y no tomar analgésicos, pues aunque el 51% de la población decide automedicarse, se trata de una mala costumbre que suele tener varias contraindicaciones.

Las sesiones de estiramientos, los ejercicios de movilidad y los automasajes también pueden mejorar mucho nuestro día a día y prevenir numerosas patologías del sistema musculoesquelético, así que definitivamente, la clave se encuentra en evitar el sedentarismo, hacer deporte y mejorar nuestros hábitos posturales.

Estiramientos

Otra cosa es estirar cada día. Algo realmente muy recomendable. Según Clínica Rozalén, es mejor que no estiremos inmediatamente tras hacer ejercicio físico porque lo normal es que esperemos a que el músculo se enfríe un poco.

Al estirar es importante no notar dolor porque esto quiere decir que hay algo que no funciona correctamente y podemos lesionarnos. Al mínimo dolor, lo mejor es parar.

Si no acabamos haciendo alguno de estos hábitos, al cabo del tiempo no solamente produce dolor si no que puede traer muchas otras consecuencias nada buenas para la salud.