Dicen que cada vez hablamos menos y tecleamos más. Sin duda, las redes sociales han cambiado nuestra forma de comunicarnos, pero ¿se puede hacer todo a través de ellas? La tecnología se va extendiendo en los distintos ámbitos de la vida cuotidiana y en Internet podemos encontrar cada vez más cosas como aquel amigo de la infancia que perdimos de vista, la prenda que tanto queríamos pero éramos incapaces de encontrar en las tiendas e incluso… el amor.

Hasta hace poco, buscar o mantener una relación de internet se miraba con desconfianza y se calificaba de “antisocial”. Hoy en día, cada vez son más las redes sociales creadas expresamente para este fin, a medida que son más los usuarios que se atreven a intentar encontrar su media naranja vía on-line. Algunas de ellas se han convertido en un auténtico fenómeno, ¿aún no las conoces?

Los clásicos
Meetic y eDarling son dos de los portales clásicos para buscar pareja. Meetic, fue la primera red social en España. Fundado en noviembre del 2001, el portal nacía con una clara finalidad: ser una web de contactos para conocer gente nueva y ligar. Por su parte, eDarling es uno de los portales de contactos más usados en Europa y su éxito, según ellos mismos, se basa en el Test Científico de Compatibilidad, su servicio de atención al cliente y su autenticidad (sólo utilizan usuarios reales para publicitar-se).

La evolución de los portales
Algunas redes sociales buscan dar al usuario un valor añadido al de los clásicos portales de contactos. Adoptauntio.es es el claro ejemplo. Se trata de una web creada por publicistas, donde las chicas buscan su hombre como si en un supermercado se encontraran, mientras que éstos se “venden” señalando sus puntos más fuertes. El proceso de búsqueda tiene un valor diferencial que atrae a gente que quizás no se atrevía a usar otro tipo de páginas. 

Además, la mayoría de redes ya no sólo se limitan a tener una página web, sino que cuentan con la versión en aplicación móvil que permite al usuario estar todo el tiempo conectado, sin que se le pase ninguna oportunidad. Tinder, por ejemplo, es una app que se presenta como un auténtico Cupido (y una vía rápida para conseguir sexo casual). El usuario elige un rango de edad, proximidad geográfica y cantidad de amigos de Facebook que desea que tengan sus pretendientes. Acto seguido aparece un mapa que muestra los candidatos cercanos, entre los que seleccionará los que le interesen. Sólo se puede iniciar una conversación si el interés es mutuo, como pasa en las discotecas: dos no ligan, si uno no quiere.

Buscar nuevas relaciones con el apoyo de los amigos
Una cita a ciegas puede dar miedo por muchas razones, pero sobretodo porque enfrentamos solos lo desconocido. Groopify.me es un portal español creado para organizar encuentros a ciegas entre grupos. Con un interfaz de programación de aplicaciones de Facebook, busca información de sus clientes y junta a tres amigos con tres amigas que no se conocen para hacer un plan nuevo en su ciudad. La página garantiza total seguridad ya que tiene acuerdos con distintos locales para organizar los encuentros de sus clientes (bares musicales, restaurantes…). Todos pagan la primera consumición por adelantado y así nadie da plantón a nadie.

Los ligues ilícitos también tienen su red
A veces la pasión se acaba, y se busca fuera de la pareja, sin querer romperla. Aunque parezca mentira, existen páginas que facilitan la infidelidad como AshleyMadison.com, Secondlove y Romancesecreto.  Estos portales tratan con naturalidad las aventuras amorosas y se presentan como un medio seguro para que los casados o casadas realicen encuentros secretos. En el caso de AshleyMadison.com, cuenta incluso con un blog de “noticias de infidelidad”.

El colmo de la especialización: una red social para encontrar el amor en el aeropuerto
Si viajas cada dos por tres, seguramente no te librará de alguna que otra pérdida de maletas, pero gracias a esta red social, quizás puedas encontrar el amor empleando el maravilloso tiempo que se pierde en los aeropuertos. Meet me at the airportpermite conocer a gente de todo el mundo en la terminal de la que partas o a la que llegues. Compartir un café, una cena… los aeropuertos ya son casi como centros comerciales y, con esta red, un nuevo lugar donde socializar y, quién sabe, encontrar el amor.