Un reto para cada mes

- Enero: Potencia tu memoria. Es muy importante mantener la mente en forma. Para ello, es fundamental entrenar la mente y ayudar a que nuestro cerebro esté mejor huyendo del estrés, realizando ejercicio y tomar una alimentación rica en frutas, verduras, alimentos ricos en glucosa y el pescado azul.

- Febrero: Huesos fuertes. Practicar ejercicio suave, aplicar calor, recibir masajes, tomar el sol para aumentar la vitamina D y tomar alimentos ricos en calcio y en esta vitamina; va a ayudarnos a disminuir el dolor.

- Marzo: Adiós a la migraña.  El dolor de cabeza merma nuestra calidad de vida. Para evitarlas es bueno tener una dieta suave, hidratarse bien, acudir a remedios naturales como masajes, practicar alguna actividad relajante, evitar el estrés y practicar ejercicio a diario. La vitamina B resulta muy beneficiosa en estos procesos.

- Abril: Frenar la alergia. Para llevar mejor los síntomas, lo mejor es beber mucha agua, mantener ojos y nariz limpios e hidratados. Por supuesto, evitar los espacios abiertos durante largo período de tiempo y consumir quercitina presente en peras, manzanas, cítricos o tomada como suplemento.

- Mayo: Ojos y bocas sanos. Tanto de uno como de otro es vital realizar una revisión profesional al año. Fundamental resulta una buena higiene bucal y realizar ejercicios anti fatiga visual para mantener en forma a los ojos. Y por supuesto, mantener una alimentación rica en calcio, vitaminas, minerales y vitaminas A, C y E nos ayudará a frenar futuros problemas.

- Junio: Buenas digestiones. Es un problema más habitual de lo que quisiéramos. Gases, hinchazón abdominal, estreñimiento son los síntomas más frecuentes de la indigestión. Para evitarla, hay que comer despacio, combinar los alimentos de manera correcta y tomar tisanas o  productos pro biótico. Sin olvidarnos, de practicar ejercicio.

- Julio: Dormir más y mejor. El sueño es el gran reparador de nuestro organismo. Hay que dormir bien para ganar en salud. Para ello, cuando nos acostamos debemos dejar las preocupaciones fuera de la habitación. Antes de ello, mejor tomar una cena ligera y pronto con alimentos ricos en triptófano, magnesio o vitamina B6. También conviene tomar un baño para relajar el sistema nervioso y tener una buena temperatura en el dormitorio.

- Agosto: Proteger la piel. Usar bien las cremas de protección, no tomar el sol en exceso ni en las horas centrales del día es mejor para nuestra piel. Además, tendremos que hidratarnos bien por dentro con agua o fruta y también por fuera, con la aplicación de una crema reparadora.

- Septiembre: Tensión y colesterol a raya. Después de los excesos vacacionales, es bueno hacerse un chequeo para saber si la tensión y el colesterol están en los parámetros debidos. Si no es así, lo mejor es tomar menos sal, comer alimentos ricos en grasas buenas como el omega 3, aceite de oliva en nuestra dieta y más fruta y verdura.

- Octubre: Evitar el dolor de espalda. Hacer ejercicios que fortalezcan esta zona, adquirir una buena postura, coger peso de manera adecuada y elegir una almohada baja, ayudan a evitar estos dolores. Así mismo, resultará esencial elegir un buen calzado que nos ayude a amortiguar la pisada.

- Noviembre: Menos riesgo de cáncer. Comer más vegetales y alimentos ricos en azufre y aquellos en vitaminas antioxidantes; moderar el consumo de alcohol, tabaco, azúcar y carne rojas; todo ello aportará un plus de cuidado a nuestro organismo. Sin olvidar el ejercicio, vivir sin estrés y consultar con el médico ante cualquier anomalía.

- Diciembre: Menos fármacos. Todos los fármacos tienen efectos secundarios. Por ello, si optamos por una alimentación más sana, nos volvemos más optimistas, echamos mano del botiquín que nos brinda la naturaleza y mantenemos una vida equilibrada entre nuestro cuerpo y nuestra mente, reduciremos la ingesta de medicamentos.