La Navidad no sería la misma, si dejásemos de lado algunas de nuestras tradiciones más placenteras, como perdernos por los pasillos de la Fira de Santa Llúcia, una de las más antiguas del mundo, ante la Catedral de Barcelona. Quienes así lo prefieran, pueden aprovechar la visita a la Sagrada Familia para darse una vuelta también por la feria que se instala a los pies de la famosa basílica. Y como remate, hasta bien entrada la noche de Reyes, recorrer la Gran Via donde elegir entre una gran variedad de juguetes, regalos y chucherías para los más pequeños, saboreando un cucurucho de churros calientes para aguantar el frío.

Ferias seguras, al aire libre

La pandemia ha hecho que estas tres ferias, cuya visita suele ser una tradición entre generaciones de una misma familia, se reinventen y adapten a las nuevas normativas de seguridad e higiene. Por ejemplo, a la Fira de Santa Llúcia, que cumple su 234 edición, se accede por dos controles (entrada y salida) supervisados por personal del Ayuntamiento de Barcelona, que solicita datos personales a los visitantes (nombre, apellidos y teléfono). Además, la Fira de Santa Llúcia tiene un aforo limitado a 1.500 personas y está rodeada por vallas perimetrales que la aíslan de las actividades programadas por estas fechas, como el Tió gigante que se coloca a la entrada de la Catedral.

El año pasado, la feria contó con 282 paradas, pero en esta ocasión ha abierto solo con 121. Asimismo, se han contratado seis vigilantes de seguridad de los 11 que hay en la entrada y el interior del recinto (el resto los ha puesto el Ayuntamiento), comprado dispensadores de gel hidroalcohólico y señalizado la feria con las vallas perimetrales. "La feria es segura y, además, está al aire libre", añade Albert Deulofeu, presidente de la Fira de Santa Llúcia.

Por su parte, la Fira de Nadal de la Sagrada Família dispone de cuatro accesos, uno por esquina, provistos de dispensadores de gel hidroalcohólico. El año pasado había 83 paradas, pero durante esta edición participan menos de la mitad. El croquis de la feria es atípico: solo hay una hilera de tiendas, de manera que se han eliminado los pasillos que había en años anteriores.También se han instalado cintas separadoras (tipo catenaria) que indican un recorrido de sentido único en cada una de las paradas. Los orígenes de esta feria se remontan a la década de los años 60, como una prolongación del mercado navideño de Santa Llúcia, pero esta vez a los pies del emblemático monumento de Gaudí.

Respecto a la Fira de Reis de la Gran Via también se asumen medidas similares a las de sus predecesoras para garantizar la seguridad de la ciudadanía. De cara a esta edición, solo concurren 157 paradas, un 40% de las que participaron el año pasado, distribuidas a lo largo de la Gran Via, entre las calles Rocafort y Muntaner. "Hay menos paradas por manzana pero están todas juntas en el medio. Como en la de la Sagrada Família, se han puesto catenarias que te hacen entrar por un extremo y salir por el otro", explica Carlos Romera, portavoz del sector regalo de la Fira de Reis de la Gran Via.

Si te vas a pasar por las ferias, debes tener en cuenta el toque de queda hasta las 22 horas en Cataluña, vigente hasta el 11 de enero. Sin embargo, los días de Nochebuena (24 de diciembre) y Nochevieja (31 de diciembre), el toque de queda empezará a la una de la madrugada. La noche de Reyes se iniciará a las 23 horas. Estas restricciones no afectarán a las ferias de Santa Llúcia y la Sagrada Família, que cierran entre las 20.30 y las 21 horas en días laborables, respectivamente y entre las 21 y 21.45 horas los festivos y vigilias, pero sí a la de la Gran Via. "La Noche de Reyes supone el punto álgido de nuestras ventas y muchos años estamos abiertos hasta las cuatro de la madrugada. Antiguamente ni siquiera llegábamos a cerrar y se nos hacía de día. Además, tampoco circulará la Cabalgata de los Reyes Magos por la calle Sepúlveda hasta la plaza España, y eso nos va a perjudicar muchísimo", añade.

Novedades de este año

La Fira de Santa Llúcia se divide en varios sectores: figuras para el belén, verde (abetos, eucalipto, muérdago, acebo, etc.), zambombas, objetos decorativos para el árbol y el resto de la casa, cuevas y paisajes, regalos y artesanía variada. Este año llaman la atención novedades como las coronas a base de frutas y semillas (uva, piña, pasas, etc.), comunes en el norte de Europa y las de especias, con canela y anís estrellado por ejemplo, que se suelen comprar para ambientar la casa; las bolas de Navidad de vidrio con especias dentro, las guirnaldas de LEDs con mando para exteriores; el Caga Tió y la «puntaire» (encajera) como figuras con movimiento y los "caganers", inspirados en famosos que han ejercido un papel destacado durante estos 365 días.

A los sectores típicos de la Fira de Santa Llúcia, se incorporan varias paradas de alimentación en la feria situada junto a la Sagrada Familia. Como novedades nos quedamos con las haymas de tela, que se han vendido muchísimo junto a las cuevas y los nacimientos; los molinos de viento, los centros decorativos con muérdago, acebo, flores y fruta deshidratada y las preciosas figuritas a base de marmolina para el Belén. En iluminación, se acaban de lanzar guirnaldas con LEDs para dentro y fuera de la casa en blanco cálido, Cada vez se piden más las guirnaldas a base de pilas y las que funcionan con placa solar, aunque siguen siendo algo más caras.

Por último, en la de Gran Via se puede elegir entre un sinfín de juguetes, regalos, artesanía variada, chucherías y churros en cualquiera del más de centenar de paradas abiertas hasta el próximo 6 de enero.

Pau Donés, Joe Biden y el Dr. Simón, "caganers" del año

A lo largo de este año, han sido noticia famosos como el desaparecido Pau Donés; Ronald Koeman, nuevo entrenador del Barça y Joe Biden, presidente electo de los Estados Unidos. También ha aparecido en numerosos medios, profesionales como el Dr. Fernando Simón, a quien no conocíamos antes de la pandemia. Ahora nos los podemos llevar a casa en forma de "caganers", junto a personajes como Charlie Rivel o Aungus Young (ACDC) e iconos de la ficción como Pippi Calzaslargas, Lobezno, el «follet Tortuga» (Bola de Drac), el payaso de I.T. y la Hermione, de Harry Potter. Entre los más emotivos, los «caganers» clásicos con mascarilla y los sanitarios, con mascarilla y EPI. Una simpática manera de homenajear al sector sanitario en uno de los personajes más singulares del belén catalán.