Para dejar de pensar tanto, es imprescindible realizar un trabajo mental diario para poder canalizar nuestras emociones y pensamientos. Ejercicio físico Una de las maneras de empezar es con el ejercicio físico. Es toda una terapia que nos ayuda a no pensar y estar concentrado en la actividad que realizamos. Es siempre ...
Para dejar de pensar tanto, es imprescindible realizar un trabajo mental diario para poder canalizar nuestras emociones y pensamientos.
Una de las maneras de empezar es con el ejercicio físico. Es toda una terapia que nos ayuda a no pensar y estar concentrado en la actividad que realizamos. Es siempre uno de los objetivos de principio de año, y tú también puedes hacerlo. Empieza practicando algo que te guste y verás cómo sigue tu motivación.
Cuando pensamos tanto es que tenemos preocupaciones, pero si las plasmamos en un papel a veces dejan de tener tanto valor. Seguro que nos son cosas tan importantes y podemos "pasar" de ellas de una manera más fácil de lo que crees.
Los expertos aconsejan anotar en un papel (mejor una libreta) aquello que siempre se nos pasa por la mente y nos hace estar más tristes. Se escribe el problema, los pros y contras y de qué manera podemos afrontar y solucionarlo. Esto nos ayuda a enfrentarnos a ello. Podemos hacer este ejercicio cada mañana para luego ya olvidarnos de ello.
Es una perfecta aliada para poder acabar con estos pensamientos que no nos dejan avanzar. Meditar permite canalizar estos pensamientos, dejarlos fluir, dejar que pasen, restarles importancia y centrarnos en el presente que es lo que realmente importante. Hay personas que meditan a diario porque les ayuda a sobrellevar mejor las cosas a las que nos enfrentamos a diario, pero no es necesario, cada uno sabe qué debe hacer.
Es un lema estudiado y acogido por muchas personas, pero al final, y lo hemos visto con la pandemia, debemos vivir el momento. Dejar de lado el pasado porque ya no está y el futuro está lejano. Es otra manera de liberar pensamientos y de disfrutar con lo que estamos haciendo cada día.
Hay miles de cosas que podemos hacer para entretenernos. El truco es ir repitiendo aquello que nos hace sentir mejor, sea leer, ver una película, escuchar música… buscar lo que nos eleva como persona y nos permite ser mejores a diario. Cuando estamos con nuestro hobby nos olvidamos del resto de cosas y nos mantiene concentrados. Además sacará lo mejor de nosotros mismos y nos permitirá sentirnos útiles.
Los psicólogos recomiendan las caminatas por la montaña, tener plantas en casa… en definitiva, conectar con lo verde. De hecho está de moda abrazar a un árbol porque nos transmite bienestar y paz, permiten conectar con la naturaleza y también con nuestro yo.
Si tras poner en práctica algunos de estos consejos, los pensamientos siguen y es imposible canalizarlos, quizás es el momento de pedir ayuda. Podemos explicar nuestros problemas a nuestros amigos, pues sirven de apoyo, pero también ir a un psicólogo o a un coach que nos permita ver otras realidades de cada problema para sentirnos mejor.
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