Construye un huerto en casa adaptado a niños

Merce Rey  

Ver el proceso cultivo y germinación de una planta, formar parte de su crecimiento, cuidarla y regarla puede ser muy positivo para ellos, ya que aprenderán, casi sin apenas darse cuenta una serie de valores, como el de la cultura del esfuerzo, la perseverancia, valorar la naturaleza, otras formas de distraerse, fomentar el trabajo en equipo y ser responsables.

01/03/2021

Para poner en marcha tu huerto casero no hace faltar contar con un espacio amplio ni tampoco disponer de un sinfín de herramientas, puesto que utilizarás materiales que tengas a mano e incluso también reciclados. El objetivo es que los más pequeños de la casa puedan ver el proceso de ...

Para poner en marcha tu huerto casero no hace faltar contar con un espacio amplio ni tampoco disponer de un sinfín de herramientas, puesto que utilizarás materiales que tengas a mano e incluso también reciclados. El objetivo es que los más pequeños de la casa puedan ver el proceso de siembra, de principio a fin. Comenzarás con una actividad sencilla, cultivando lentejas. Necesitas un trozo de algodón, unas pocas lentejas, un vaso, un tarro de cristal o un envase de yogur y agua. Aunque quizás es mejor que lo hagas en uno de cristal para no perder detalle de cuando las legumbres comiencen a brotar. Humedece un poco el algodón y colócalo dentro del recipiente, agrega las lentejas mirando bien que estas queden integradas dentro del algodón. Para que el experimento funcione el algodón no puede estar reseco, por lo que tendrás que ir echándole agua y pasados unos días verás como la planta ha crecido, tal y como explican en el vídeo de la Fundación Aquae. Pero también podrás probar con otro tipo de legumbres como garbanzos o habas.

Otra idea es plantar un fruto. Por ejemplo, el aguacate. Una vez que te lo comas, no deseches el hueso. Límpialo bien para que no quede ningún resto de pulpa. Después, pon la parte más plana hacia abajo y la más puntiaguda hacia arriba, clávale cuatro palillos en diagonal, ponlo encima de un bote y vierte agua por un hueco. El hueso tendrá que quedar suspendido en el recipiente. Pasado un tiempo, comenzarán a salir raíces y brotará el tallo. Una vez que la raíz ya no tenga más espacio dentro del recipiente, es necesario realizar el trasplante en una maceta. Esta tendrá que ser de entre 12 y 15 cm, coloca piedras en el fondo, incorpora la tierra, haz un hueco en el medio para enterrar el hueso y riégala. En Artencasa podrás comprobar de cerca su evolución.

Una tomatera en casa

En una maceta con sustrato previamente humedecido. Corta en rodajas la variedad de tomate que te gustaría plantar (pera, en rama, cherry, corazón de buey, etc.) y coloca sus semillas por encima de la superficie. Añade más sustrato para recubrirlas. Ponla cerca de una ventana, pasados siete días estarán germinadas las semillas. Llegados a este punto, escogerás unas cuantas para trasplantarlas a semilleros y que continúen con su desarrollo. Guarda los cartones de los rollos de papel higiénico y te servirán para este fin. Agrega sustrato en ellos, pon la planta y echa sustrato por encima. Déjalos un tiempo y cuando crezcan tendrás trasladarlos a una maceta más grande o al huerto, según indican en Cultivo Paso a paso.

Diversión garantizada

¿Qué tal si en vez de cultivar en una maceta lo haces en una cáscara de huevo? Es una idea original, contribuyes al medioambiente y tus hijos alucinarán al ver que de este contenedor sale una planta. Si tienes pensado preparar tortilla o huevos fritos estos días, no tires sus cáscaras, ya que te servirán para esta manualidad. Ten cuidado al descercarlos, intentando no romperlos por la mitad, hazlo por su parte superior. Lava las cáscaras y sécalas bien sin que quede ningún resto. Con ayuda de unos rotulares de colores decóralas con diferentes caras, como apuntan en el vídeo de Orgullosamente Mamá Joven. Después, pon un trozo de algodón en su interior (previamente humedecido), echa las semillas. Pueden ser de especias como perejil, cilantro, albahaca, etc. Agrega otro trocito de algodón por encima. Una vez que la planta crezca será el pelo de los muñecos.

En el videotutorial Una maestra con clase ofrecen una opción diferente e igual de divertida que la anterior para realizar con los más pequeños de la casa. Se trata de hacer una cabeza de césped. Para ello, introduce una media tobillera, preferiblemente de color marrón, en un tarro de cristal, pon una cucharada de alpiste en su interior, echa serrín hasta llenar lo que sería el muñeco. A continuación, dale forma, hazle un nudo y recorta la parte sobrante. Con ayuda de las gomitas transparentes sujetarás una parte en el frente para componer la nariz y en cada uno de los laterales, dando lugar a las orejas. Ahora, dibuja los ojos con un rotulador negro en una cartulina de color blanco y la boca en una de color rojo. Recorta y pega con cola blanca. Riégalo cada día y en menos de que te des cuenta, le saldrán los pelos de césped a la figura.

FOTO PRINCIPAL.: Photo by Filip Urban on Unsplash.

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