Cuando pensamos en dispositivos reacondicionados o refurbished nos vienen a la cabeza los smartphones, tabletas, ordenadores o portátiles, pero esto también se puede aplicar a impresoras, smartwatches, televisores, barras de sonido, dispositivos GPS, frigoríficos, robots aspiradores, cafeteras, campanas extractoras u otro tipo de electrodomésticos, de menor o mayor dimensión. ¿Cuál es la principal diferencia entre un artículo de primera mano, de segunda y uno reacondicionado? En el primer caso, el usuario adquiere el producto nuevo tal y como el fabricante se lo ha hecho llegar, mientras que en la segunda situación ya ha sido usado por el consumidor antes de proceder a su venta. En cambio, en lo que respecta al tercer caso, el de reacondicionado, el consumidor adquiere el producto que ha sido devuelto a fábrica ya sea por estar defectuoso en su parte exterior o interior, la compañía pertinente lo ha reparado y lo ha devuelto al mercado de nuevo, contribuyendo así con la economía circular, aprovechando recursos y disminuyendo los residuos que provocaría fabricar uno de serie.

Los reacondicionados son una opción idónea cuando te gustaría hacerte con un producto tecnológico o de consumo determinado y que no te lo puedes permitir porque es demasiado caro. A diferencia de uno de segunda mano, que te lo venden después de haber sido utilizado por otro usuario, estos son actualizados, higienizados, empaquetados y probados antes de proceder a su comercialización, por lo que cumplen con todas las garantías y la seguridad de uno nuevo. Otra de sus ventajas es que si el equipo no cumple con lo esperado existe la posibilidad de ejercer el derecho de desistimiento y devolverlo. Además, que no se trata de una copia, sino que es un artículo original que ha sido reparado y mejorado.

Y sobre todo con este simple gesto estarás preservando el medioambiente al poner en práctica el proceso de reducción, reutilización y reciclaje, ya que no se generan tantos residuos, no se emiten gases contaminantes a la atmósfera con su fabricación y se permite alargar la vida útil de la electrónica o los electrodomésticos.

¿Por dónde empiezo?

Si todos los argumentos anteriores te han convencido puedes desplazarte a tu tienda o superficie comercial de confianza y preguntar por los dispositivos reacondicionados. Si navegas por la red también encontrarás un amplio abanico de plataformas donde los tienen a la venta. Uno de ellos es Fnac en esta página web podrás filtrar por categoría de producto, acceder a los más vendidos, a los más económicos y a los más relevantes, entre otros. Como bien definen dentro de su página se tratan de aquellos que "proceden de la devolución de clientes o de la exposición de cualquiera de nuestras tiendas. Están revisados por nuestros técnicos, que comprueban tanto su correcto funcionamiento como su estado físico, e incluyen todos los accesorios. Tienen un precio especial al no ser productos totalmente nuevos".

En Amazon también siguen un procedimiento similar bajo la sección Amazon Warehouse y en la que tendrás a tu disposición "productos que han sido devueltos por los clientes, que tienen la caja abierta o que han sido ligeramente dañados durante la manipulación en el almacén, a un precio aún más bajo con los beneficios de la logística y servicio al cliente de Amazon". Libros, herramientas para el bricolaje, jardinería, artículos para mascotas, zapatos y complementos, videojuegos son algunos de los ejemplos que están dentro de este porfolio.

Pero a veces también es la propia marca quien muestra sus dispositivos reacondicionados, tal y como ocurre con Bosh y sus electrodomésticos, según señalan desde su web estamos ante artículos que "tienen ligeras imperfecciones estéticas producidas durante la distribución. Una vez devueltos, pasan a las manos de nuestro taller especializado para garantizar un funcionamiento perfecto. Ten en cuenta que estas pequeñas taras nunca son visibles desde el frontal del electrodoméstico y que todos disponen de la garantía de Bosch".

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