Delicioso, tierno, bueno, saludable… son algunos de los adjetivos que escuchamos al hablar de un pan hecho de masa madre. Por este motivo, y otros muchos que veremos a lo largo de este post, este tipo de pan se ha puesto de moda y han proliferado las tiendas y establecimientos ...
Delicioso, tierno, bueno, saludable… son algunos de los adjetivos que escuchamos al hablar de un pan hecho de masa madre. Por este motivo, y otros muchos que veremos a lo largo de este post, este tipo de pan se ha puesto de moda y han proliferado las tiendas y establecimientos especializados en ellos.
Elaborado de una manera diferente a los panes más tradicionales o industriales, tenemos que tener en cuenta que la masa madre es un fermento natural que nos permite no tener que utilizar otras levaduras, por lo que su fermentación es muy lenta. Además, las harinas que se usan para este tipo de pan poseen bacterias y levaduras propias que, una vez mezcladas con agua, producen una fermentación natural que no necesita levadura industrial.
Al reducirse también el contenido en gluten resulta más digestivo para aquellas personas con alergia a esta proteína, aparte de que contiene zinc, hierro y magnesio, así como una serie de lactobacilos que ayudan a que se absorban mejor los minerales.
Pero cuenta con otros muchos beneficios que vamos a enumerar a continuación:
- Conservación natural: el pan con masa madre inhibe el crecimiento de moho, ya que en la elaboración se produce ácido acético, lo que permite que pueda conservarse de manera natural.
- Contiene ácido láctico: aparte de los minerales que hemos comentado anteriormente, este tipo de masa cuenta con una mayor proporción de lactobacilos. Esto significa que también se produzca una mayor producción de ácido láctico y ayude a absorber mejor los minerales.
- Ayuda a mejorar la digestión: la elaboración de este tipo de pan ayuda a que las bacterias en la levadura predigieran el almidón de los granos, de ahí que nuestro organismo tarde menos en procesarlo.
- ¡A mineralizarse!: contiene vitaminas B1 a B6, B12, folato, tiamina, niacina, riboflavina o vitamina E, además de minerales, entre ellos, hierro, magnesio, calcio, fósforo, zinc y potasio, así como proteínas y ácidos grasos.
- Bajo índice glucémico: el pan elaborado con masa madre reduce los índices glucémicos del pan y la glucosa e insulina en sangre. Esto ayuda tanto a prevenir enfermedades, tales como la diabetes tipo 2 y la obesidad.
- Mejor sabor: la masa madre mejora la textura y sabor del pan, ya que la levadura natural y las bacterias que intervienen en su proceso de elaboración permite un alto contenido de fibra.
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