Herpes labial: cómo eliminar las molestias de esta infección tan extendida

María Robert

El herpes labial es una auténtica plaga, y además no tiene cura. Pero abordarlo adecuadamente puede minimizar sus molestias

20/04/2021

Unas 3.700 millones de personas en todo el mundo experimentan herpes labial cada año, en su forma activa o latente. Una auténtica plaga. Esta contagiosísima infección, también conocida como calentura, es la manifestación externa del virus Herpes simplex tipo 1 (VHS-1). Sus síntomas, seguramente, ya los conoces: picazón, ardor, hormigueo e ...

Unas 3.700 millones de personas en todo el mundo experimentan herpes labial cada año, en su forma activa o latente. Una auténtica plaga. Esta contagiosísima infección, también conocida como calentura, es la manifestación externa del virus Herpes simplex tipo 1 (VHS-1).

Sus síntomas, seguramente, ya los conoces: picazón, ardor, hormigueo e incluso dolor. La culpa de estas molestias es de las ampollas que se desarrollan en los labios o alrededor de la boca y que se acaban rompiendo con el paso de los días para formar una costra.

Estas lesiones suelen remitir en una o dos semanas, aunque algunos casos pueden prolongarse otra semana o dos más.

Desencadenantes del herpes labial

El herpes labial puede contagiarse de una persona a otra por contacto cercano, muy frecuentemente en la infancia. Después, sigue un patrón marcado por ese primera infección, es decir, un periodo de latencia que va variando, y episodios recurrentes (con más o menos frecuencia) en los que el virus se reactiva y vuelve a causar las tan características úlceras.

Un proceso infeccioso, la exposición prolongada al sol, el frío, los cambios hormonales provocados por la menstruación o el embarazo, sequedad o grietas en la piel del labios, estrés, cansancio, etc., son algunas de las causas que pueden favorecer que reaparezca el herpes.

Cómo tratarlo

No hay cura para que esta infección desaparezca del todo, pero el tratamiento y los cuidados adecuados pueden ayudar a controlar los brotes. Básicamente son tres las herramientas para abordarlos.

Por un lado, los medicamentos antivirales específicos. Están formulados en crema y los puedes adquirir tanto con receta como sin ella, aunque siempre con la indicación de un profesional sanitario.

Además, aplicar frío en la zona es bastante efectivo para aliviar las dichosas molestias. Y también es fundamental no tocarse las lesiones para evitar la diseminación del virus, la infección de la zona afectada o dificultar la cicatrización.

Mejor prevenir

Se dice que es mejor prevenir que curar, así en la medida de lo posible se puede seguir unas pautas para evitar que las lesiones vuelvan a aparecer. Adicionalmente, es útil prestar atención a los niveles de estrés que manejas (y las maneras de controlarlo), así como mantener los labios protegidos con bálsamo labial y protector solar cuando estés al aire libre.

Ten en cuenta también que, a diferencia de otras áreas de la piel, los labios no tienen glándulas sebáceas para mantenerlos hidratarlos, de modo que necesitan un poco de ayuda. Si no reciben la hidratación que necesitan, se secan y se escaman.

Y sobre todo, cuando comiences a sentir el hormigueo o cualquier molestia que anuncie que un nuevo brote de herpes está en camino, empieza a tratar la zona tan pronto como puedas.

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