El compositor y pianista George Gershwin solía decir que "la vida es como el jazz, es mejor cuando improvisas". A buen seguro tenía razón, pues no hay género musical más libre, heterogéneo y sobre todo visceral. Thelonious Monk, Billie Holiday, Ella Fitzgeral, Charlie Parker, Nina Simone, Louis Armstrong… El legado de este estilo único es impagable y extraordinario.

Sin embargo, después de más de 100 años de historia, aún la línea del tiempo del jazz sigue siendo irregular y disputada, lo esperable de un movimiento musical que emanó de un grupo que fue a la vez marginado y explotado como fueron las remesas de esclavos africanos que llegaban a los Estados Unidos.

Con el tiempo, el jazz evolucionó desde los márgenes de la sociedad de Nueva Orleans hasta convertirse en uno de los movimientos musicales más influyentes y perdurables del siglo XX.

¿Por qué un Día Internacional del Jazz?

Tanto es así, que se ha convertido en más que música. La UNESCO lo define como "un mensaje universal de paz que armoniza ritmo y significado, transmite valores significativos para cada mujer y cada hombre y ofrece oportunidades únicas para el entendimiento mutuo, mediante la escucha, la interpretación y la improvisación". Este espíritu ha inspirado a músicos, poetas, pintores, cineastas y escritores de todo el mundo, enfatizando que la cultura es mucho más que entretenimiento: "la cultura es una ventana al alma", subraya el organismo.

Con lo cual, hay motivos de sobra para que las Naciones Unidas proclamaran un Día Internacional del Jazz como homenaje. En noviembre de 2011, la Conferencia General de la UNESCO estableció que los 30 de abril fuesen dedicados al jazz, con el objetivo particular de "sensibilizar al público en general sobre las virtudes de esta música como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos".

Esta importante forma de arte, remarca el organismo, rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia; es una forma de libertad de expresión; simboliza la unidad y la paz; reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades; fomenta la igualdad de género; refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social; promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas; y estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.

¿Cómo celebrarlo?

Aunque cada año el Día Internacional del Jazz se celebre por todo lo alto con un descomunal concierto (que se ha ido alternando entre Nueva York, Estambul, Osaka, París, Washington D.C, La Habana, San Petersburgo y Melbourne y Sydney), lamentablemente ni en 2020 ni en 2020 podrán celebrarse encuentros o presentaciones en vivo por culpa del covid-19.

Pero por supuesto, existen otras formas de hacerlo, como por ejemplo, en Twitter. Al alcance de la mano, gracias al hashtag #DíaInternacionaldelJazz, puedes compartir en la red social del pájaro cualquier información, foto o vídeo relacionado con el tema, a la vez que te empapas de todo el conocimiento que usuarios de todo el mundo quieran aportar para darle al Día Internacional del Jazz toda la relevancia que merece.