Ahora que se han aliviado un poco las restricciones, el buen tiempo nos acompaña y estar al aire libre se encuentra entre tus primeras opciones, no tienes excusa para no salir al exterior y ponerte en forma practicando tus deportes favoritos o apostando por unos nuevos, como puede ser el pádel. Para poder iniciarse en esta práctica tendrás que adquirir una pala, unas zapatillas cómodas que amortigüen bien la caída, proporcionando un buen agarre y un pack de pelotas. En el caso de la pala existen varios tipos: de control, de potencia e intermedia (una combinación de ambas), tal y como explican en el vídeo Decathlon España. Se diferencian por su formato y prestaciones, siendo la primera la indicada para la iniciación. Esta cuenta con una forma redondeada, te ayudará a ejercer un mayor control sobre la pelota, son fáciles de manejar, pero le imprimen menos potencia a la bola.

Si por el momento no cuentas con un compañero o compañera de juego, puedes empezar por tu cuenta viendo vídeos en Internet y practicando contra una pared o apuntándote a unas clases para principiantes. Lo primero que tendrás que interiorizar es cómo colocarte, los movimientos a realizar y cómo lograr una buena empuñadora para poder realizar los diferentes golpes durante la partida. Parece sencillo, pero requiere de paciencia, práctica y constancia para mejorar en técnica y rapidez. El pádel es un deporte que está de moda, con el que se trabajan los músculos, se activa la circulación, ganando en coordinación, concentración y con el que dejar los problemas laborales y preocupaciones personales a un lado. Además, es una buena manera de conocer gente, estableciendo nuevos vínculos.

Iniciación

Una vez elegido todo el equipamiento, el lugar en el que darás tus primeros pinitos con la pala y la persona que te acompañará en esta aventura, debes de tener en cuenta una serie de pautas antes de pasar a la acción. En el canal Epic Sport TV las gemelas Sánchez Alayeto, jugadoras profesionales de pádel, explican con lujo de detalles los ejercicios que hay que tener en cuenta para adentrarse en el juego. Comienza practicando la volea del derecho y del revés, para ello mantén una postura semiabierta con los pies, con las rodillas semiflexionadas, con la punta de la pala mirando hacia arriba y adelante. A la hora de golpear la paleta no puede sobrepasar más allá del hombro. Para ejecutar la volea del revés, ladea los hombros un poco y aproxima el pie contrario cuando vayas a golpear. En la derecha será el pie izquierdo el que adelantes y el revés lo harás con el lado contrario llevando adelantando el opuesto. Además, en esta ocasión, el brazo izquierdo se desplazará hacia atrás para no perder el equilibrio.

A continuación, la deportista explica el golpe de derecho y del revés. Pon los pies separados tomando como referencia la altura de los hombros, con la pala colocada en el centro. En el caso del primer ejercicio, la pierna derecha la llevarás hacia atrás, al igual que la pala y el brazo derecho, mientras que la mano izquierda se encargará de señalar la pelota, y una vez que la pelota impacte sobre la superficie transferirás el peso del cuerpo hacia delante. Ahora, le toca el turno al segundo, para ello tendrás que repetir el proceso anterior, pero con la pierna y brazo contrarios, impactando la pelota delante de la pierna derecha, cuando la golpees, la mano izquierda quedará retrasada para contrarrestar el peso del cuerpo, con el talón un poquito levantado.

Por último, el smash o remate consiste en llevar a cabo pasos laterales procurando que la pelota quedé adelantada, por encima de la cabeza. Con el cuerpo de lado, sitúa la pala por detrás de la cabeza y coloca el codo hacia arriba, mientras que la mano izquierda tiene que señalar la pelota. En ese momento, asciende la pala y pasa el peso del cuerpo hacia delante.