Con el cambio de restricciones constantes a causa de la pandemia, este año sigue siendo difícil viajar al extranjero. Por ello, si te decides por acercarte al sur de país, te proponemos una escapada de tres días a una de las ciudades más bellas de España: Sevilla. Una ciudad relativamente pequeña que tiene mucho que ofrecerte. Perfecta para callejear, tapear y empatarte de su cultura, su arquitectura y su gente.

Hay una serie de lugares que debes visitar sí o sí. Empezando por su famosa Giralda, su espectacular Plaza España o su imponente catedral, su Torre del Oro, el barrio de Triana y de Santa Cruz, su emblemática Plaza de Toros o las modernas Setas de Sevilla. Por el camino, no te olvides de pasear por sus callejuelas, de sentir el aroma a flores de sus patios y tomarte una cañita en cualquiera de los bares y restaurantes que te encontrarás a cada paso.

La catedral y sus alrededores

En un primer contacto, lo mejor es acercarse a la catedral. Construida sobre una antigua mezquita, mezcla vestigios de la época musulmana con el estilo gótico. Sin ir más lejos, su famosa Giralda era el minarete de la antigua mezquita, reconvertida en campanario tras la reconquista. Vale la pena subir a lo más alto para tener una vista excepcional de la ciudad.

Junto a ella se encuentra el Archivo de Indias y a pocos pasos el Alcázar de Sevilla. Uno de los edificios más bonitos de la ciudad, al igual que sus jardines, repletos de fuentes y estanques. Cerquita de ahí, también se encuentra la Plaza del Cabildo, una de las plazas más instagrameadas de Sevilla

No muy lejos de allí, se encuentra la majestuosa Plaza España y los tranquilos Jardines de María Luisa. Te enamorarás de ella a primera vista. De forma semicircular y rodeada de una preciosa porticada, en ella se encuentran representadas las 48 provincias españolas. A ver si encuentras la tuya!

Un paseo por el Guadalquivir

No dejes de pasear por la ladera del Guadalquivir, el río que da vida a la ciudad. Allí encontrarás la Torre del Oro, otro de los edificios emblemáticos de la ciudad; la Plaza de Toros de la Maestranza y el Puente de Triana que te conduce a uno de los barrios más populares de la ciudad. Uno de los mejores lugares para tapear y probar los deliciosos caracoles o cabrillas, el rabo de toro o el pescadito frito.

Y no te olvides de descubrir una de las últimas atracciones incorporadas a la ciudad. Situadas en el centro, las llamadas por los sevillanos Setas de Sevilla, dan un toque de modernidad a una ciudad marcada por lo tradicional. Su nombre oficial es el Metropol Parasol, una obra en forma de seis enormes parasoles, diseñada por el arquitecto alemán Jürgen Mayer, cuya parte inferior está repleta de comercios y si subes a su pasarela superior obtendrás las mejores vistas del centro de la ciudad.

Si te gustan las compras, déjate caer por la calle Sierpes. Si eras fans de la Duquesa de Alba, acércate al Palacio de Dueñas. Si eres devota, no dejes de visitar las innumerables iglesias que se encuentran en la ciudad, esparcidas por cada uno de sus barrios. Si amas el arte, disfruta de un tablao flamenco. Sevilla te ofrece todo eso y mucho más.

Y una última recomendación. Si visitas Sevilla en verano, el calor puede ser un hándicap. Lo mejor es alojarse en un hotel con piscina para refrescarte tras una larga caminata por la ciudad o para huir del calor en las horas punta del día.