La cera del oído cumple una función natural que es la de proteger contra la entrada de bacterias y eliminar la suciedad del oído. De hecho, es básica para la salud de los oídos y forma parte natural del proceso de su limpieza. La cera nace gracias a los movimientos ...
La cera del oído cumple una función natural que es la de proteger contra la entrada de bacterias y eliminar la suciedad del oído. De hecho, es básica para la salud de los oídos y forma parte natural del proceso de su limpieza. La cera nace gracias a los movimientos de masticación que la van empujando hacia el pabellón auditivo. Pero, a veces, fabricamos esta cera en exceso y eso provoca molestias, tapone nuestros oídos y nos hace sentir mal. Que los oídos se obstruyan es algo muy incómodo que puede afectar a la calidad de tu audición, al equilibrio y, en muchos casos, puede llegar a causar molestias e, incluso, dolor.
Nadie está libre de sufrir obstrucción de oídos, pero, sin duda, los más pequeños son los más propensos a tener los oídos tapados especialmente cuando sufren constipados o padecen una infección de los senos nasales.
Las causas por las que podemos sufrir obstrucción de oídos son diversas:
Infecciones en los senos nasales, alergias o resfriados
Acumulación de cerumen
Trompa de Eustaquio bloqueada
Alturas elevadas
Neuroma acústico o crecimientos benignos en el oído.
Sensación de picor
Mareos.
Irritación de la zona
Pérdida parcial de la audición
Vértigos y zumbidos en el oído.
Secreciones de líquido en el canal auditivo.
Dolores en los oídos.
En el momento en el que notes que tienes los oídos tapados es importante que los elimines antes de que vayan a más y sea irremediable acudir a la consulta del médico. Existen algunos remedios naturales, muy fáciles de llevar a cabo, que acabaran con los tapones en los oídos de manera rápida y eficaz.
Prepara una solución salina compuesta por 1 cucharadita de sal y 1/2 taza de agua. Mezcla ambos ingredientes hasta que la sal se disuelva bien e introduce un trozo de algodón en el líquido. Inclina la cabeza hacia arriba y deja caer algunas gotas de esta solución en los oídos. Aguanta así un par de minutos para que el líquido penetre lo máximo posible. Finalmente, inclina la cabeza del lado contrario para eliminar el líquido y el cerumen.
El aceite de parafina es ideal para eliminar los tapones de los oídos. Basta con calentar un par de cucharadas de este aceite (a una temperatura que puedas soportar), y viértelas en el interior de los oídos. Deja que actúe unos 5 minutos aproximadamente. A continuación, lava el oído con agua tibia para eliminar los restos de cera. Repite el proceso dos días seguidos para conseguir eliminar toda la cera acumulada en los oídos.
El vapor también puede ayudar a limpiar el oído cuando la causa del taponamiento es una infección o alergias. Calienta el agua en un cazo hasta que hierva. Retira el cazo del fuego y coloca una toalla sobre tu cabeza cubriendo la cazuela también. Respira profundamente ese vapor de agua con el que conseguirás ablandar y despejar los senos nasales y, en consecuencia, los oídos.
¡No utilices jamás los bastoncillos de algodón para desentaponar los oídos! Con esto, lo único que consigues es evitar que salga la cera y empujarla hacia adentro y acelerar el proceso de formación del tapón. Si quieres usarlos correctamente, solo debes hacerlo para limpiar la parte visible del canal auditivo.