El kimchi se ha hecho un hueco en nuestra gastronomía junto a otros comestibles fermentados como el tofú, la kombucha o el kéfir, formando así parte de los alimentos probióticos. Aunque existen todo tipo de variantes, quizás la más conocida sea la que se elabora con col blanca fermentada, verduras, ...
El kimchi se ha hecho un hueco en nuestra gastronomía junto a otros comestibles fermentados como el tofú, la kombucha o el kéfir, formando así parte de los alimentos probióticos. Aunque existen todo tipo de variantes, quizás la más conocida sea la que se elabora con col blanca fermentada, verduras, sal, especias y salsa de pescado, entre otros ingredientes. En la página web del Centro Cultural Coreano explican que estamos ante un preparado con "propiedades anticancerígenas y valor nutricional", pudiendo ingerirse fresco o fermentado. Para que este plato adquiera su color rojizo tan característico y de potente sabor hay que mezclarlo con diversos ingredientes, cortando la col en dos mitades y poniéndola a remojo en agua con sal. Después se mezclan todos los elementos con el pescado salado fermentado y se introducen entre las hojas del vegetal. Finalmente, se envuelve y se guarda en un lugar fresco, tal y como se puede ver en el sitio web del organismo.
Esta receta tradicional coreana, que se sirve como complemento de otros platos o es utilizada en celebraciones o eventos, se transmite de generación en generación, incorporando o modificando este plato según el clima y los gustos de quien lo elabora. Así, este alimento de gran riqueza gastronómica ha reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Durante la primavera las familias se hacen acopio de los ingredientes que necesitan los sazonan y los fermentan, mientras que en el verano preparan la salmuela y secan los pimientos picantes, con el fin de tener reservas de cara a la época de más frío: el invierno, como explican la UNESCO. Sus propiedades más destacadas son: bajo nivel de calorías, rico en vitaminas, combate el envejecimiento y regula el tránsito intestinal.
Si estás interesada en probarlo puedes adquirirlo en el supermercado o animarte a hacerlo en tu propia casa. En Cocinando Corea tendrás un listado con todos los ingredientes necesarios para su posterior ejecución, como es el caso de la zanahoria, el jengibre, el ajo, la cebolla, la salsa de pescado, la sal, entre otros. Recuerda limpiar bien tu col china y sumergirla en abundante agua con sal marina gruesa, quitarle las semillas al chile y remojarlo en agua, triturar todos los ingredientes con ayuda de una batidora de vaso y mezclarlos bien hasta que adquiera ese color rojizo tan característico. Para que cada hoja de la verdura esté completamente empapada de la mezcla, agarra con una mano la verdura y con la otra ve bañándola en el preparado. Es importante que la salsa se reparta bien por todas las hojas. Puede consumirse así o después de dejarlo durante medio día o un día entero a temperatura ambiente para dar tiempo a que se fermente.
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