Normalmente, cuando comenzamos a meditar nos sentamos en una postura fácil como la posición de loto, con las piernas cruzadas y las manos reposadas en las rodillas con las palmas hacia arriba, o bien, utilizando algún mudra. Comenzamos a respirar y a practicar algún tipo de pranayama para introducirnos en un estado de relajación y, finalmente, de meditativo para enfocar nuestra atención hacia adentro.

Y, mientras que algunos practicantes dicen que este paso se logra contando respiraciones, generalmente de una a 10, otros dicen que no es necesario contar nada ni realizar pasos previos ¿por qué? ¿en qué consiste la meditación zen?

Lo que sucede durante la meditación Zen

La meditación zen se considera una "meditación de monitoreo abierto", donde se utilizan habilidades de monitoreo, es decir, estar atenta en la presencia de nuestra mente y simplemente "estar" y concentrarte. Estas habilidades se transforman en un estado de conciencia reflexiva con un amplio alcance en la propia atención, sin necesidad de centrarnos en un objeto específico.

La meditación zen es similar a la atención plena o mindfulnes, la cual trata de centrarse en la presencia de la mente. Sin embargo, la atención plena se centra en un objeto específico, y la meditación zen implica una conciencia más bien en general. A diferencia de la meditación para cultivar el amor, la bondad o la compasión mediante el canto de mantras, la meditación zen implica una mayor conciencia de los procesos físicos.

Las personas que practican la meditación zen intentan expandir su alcance atencional para incorporar el flujo de percepciones, pensamientos, emociones y conciencia subjetiva. Así, este tipo de meditación implica mantener los ojos semiabiertos, lo cual es bien diferente a la mayoría de las otras formas de meditación que fomentan el cierre de los ojos.

Meidtación zen: tratar de no pensar en nada

Con el tiempo, aprenden cómo evitar que sus mentes divaguen e incluso pueden ser capaces de aprovechar sus mentes inconscientes. A menudo, el objetivo es ser más consciente de las nociones preconcebidas y obtener una visión de uno mismo. En cuanto a sus beneficios, existe ya investigación científica que muestra claramente que la meditación tiene una amplia gama de beneficios para la salud física, cognitiva, social, espiritual y emocional. Y, por supuesto, la meditación puede ser un gran alivio del estrés,por lo que muchas personas recurren a ella en primer lugar.

Es probable que la meditación zen ofrezca muchos de los mismos beneficios que otros tipos de meditación, pero gran parte de la investigación sobre la meditación no ha diferenciado entre los diferentes tipos. Y es que, cada tipo de meditación afecta la cerebro de forma algo diferente, por lo que puede que la meditación zen pueda ofrecerte algunos beneficios adicionales más allá de los que se ven en otros tipos de meditación.