El doctor Joaquin Mir, podólogo y director Médico en la Clínica Mir en la Línea de la Concepción (Cádiz), recuerda que usar un calzado inadecuado puede producir deformidades en los pies como juanetes, dedos en martillo o juanete de sastre, pero también puede causar patologías en otras estructuras como el neuroma de morton, alteraciones en tendón de aquiles y fascia plantar, onicocriptosis (uña incarnada) entre otras.

No usar un calzado adecuado para nuestros pies puede producir inestabilidades en el tobillo si tienen un mal diseño, deformidades en los dedos si la puntera es demasiado estrecha, alteraciones de la sudoración cuando se usan material es que no transpiran adecuadamente, etc.

¿Cómo elegir un buen calzado?

Un detalle importante a la hora de elegir un calzado es escoger la talla adecuada. Para ello, el doctor aconseja comprar el calzado por la tarde, ya que es el momento del día en el que pie está más dilatado y no pecaremos de elegir uno demasiado justo. También es conveniente probarse varios números, ya que el tallaje puede variar de unas marcas a otras.

Pero además de estos consejos, no debemos olvidar la calidad de los materiales, ya que es importante una adecuada transpiración y durabilidad. En ocasiones, nos perdemos en la estética y no somos capaces de ver más allá, poniendo en riesgo a nuestros pies solo por estar a la moda.

Recuerda que ante todo el calzado deber ser cómodo y para ello es importante que busques un zapato flexible a nivel de las articulaciones de los dedos (articulaciones metatarsofalángicas) para permitir un correcto despegue del pie durante la marcha.

Si buscamos zapatos de tacón también hay que tener en cuenta una serie de características. El Dr. Mir aconseja que el tacón mida alrededor de 2-3 cm y no se demasiado estrecho, sobre todo en personas mayores para que no tengan inestabilidad que pueda producir caídas. El uso de tacones excesivamente altos (más de 3cm) puede producir acortamientos a nivel de los gemelos y van a trasladar excesivamente las cargas a la zona metatarsal (almohadilla) produciendo dolor en dicha zona (metatarsalgias).

Para la práctica de cada deporte se debe utilizar un calzado específico para tal fin, ya que el diseño y características se adecuarán a los gestos técnicos de cada uno de ellos que serán muy diferentes entre sí. Por ejemplo, no es aconsejable usar un calzado de running para jugar al pádel, ya que los gestos son diferentes.