4 recomendaciones para prevenir la luxación de rótula

La luxación de rótula se refiere al desplazamiento de la rótula fuera de su posición. Las causas principales son la hiperlaxitud de las estructuras de la rodilla o un traumatismo. Ante la sospecha de padecerla, debes acudir inmediatamente al servicio de urgencias para que valoren correctamente la situación.

06/12/2021

Cuando se produce una luxación de rodilla el extremo del fémur pierde contacto con la tibia. Es posible que se presente una alteración del suministro de sangre a la parte inferior de la pierna, lo que constituye un problema de mayor gravedad. Los síntomas incluyen la percepción de deformidad de la ...

Cuando se produce una luxación de rodilla el extremo del fémur pierde contacto con la tibia. Es posible que se presente una alteración del suministro de sangre a la parte inferior de la pierna, lo que constituye un problema de mayor gravedad.

Los síntomas incluyen la percepción de deformidad de la rodilla debido al desplazamiento, un potente dolor, la imposibilidad de doblar la rodilla y la pérdida de estabilidad de la articulación, que provoca caídas. Puede presentarse hemartrosis (inflamación por sangrado interno) si el traumatismo provoca la rotura de las estructuras de la rodilla.

El diagnóstico debe realizarlo el médico. Se centrará en la anamnesis en la que incluirá los datos aportados por el paciente, la exploración física completa y pautará las pruebas que considere oportunas para realizar el diagnóstico concreto y diferencial que el problema precisa. Suelen realizarse radiografías desde diferentes perspectivas y evaluar las arterias comprobando los pulsos arteriales y realizando una angiografía por tomografía computarizada.

El tratamiento de la luxación de rótula dependerá de la causa y de la medida en que se hayan visto afectadas las estructuras que conforman la rodilla. Lo primero es reducir la luxación devolviendo la rótula a su ubicación normal, calmar el dolor con fármacos y aplicación de frío local, inmovilizar la articulación con una férula y utilizar muletas durante los primeros días para evitar cargar el peso sobre la articulación.

Cuando se producen de manera repetida, suele ser recomendable emplear una ortesis (férula que permite el movimiento normal de la rodilla) para mantener la estabilidad de la articulación mientras se practica deporte. En función de la gravedad, puede ser necesario realizar una cirugía específica.

La rehabilitación fisioterapéutica resulta fundamental para recuperar la fuerza y estabilidad de la rodilla. Para lograr una recuperación total de la luxación de rótula se necesitan entre seis y ocho semanas si la causa es la hiperlaxitud y de tres a seis meses si se debe a un trauma.

La prevención de la luxación de rótula se centra en:

1-Evitar caídas y traumatismos que puedan comprometer tu rodilla.

2-Practicar deporte con todas las medidas de seguridad. Emplear zapatillas de deporte adecuadas y bien ajustadas es el primer paso. También es fundamental utilizar un equipo de protección adecuado si realizas algún deporte de contacto.

3-Realizar ejercicios antes y después de la práctica deportiva. Es importante fortalecer cuádriceps, glúteos y estabilizadores de la rodilla y hacer estiramientos de la cadena posterior de las piernas.

4-Evitar que se produzcan lesiones repetitivas en la rodilla.

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