Al eterno debate de si es mejor ducharse por la mañana o por la noche, últimamente se ha unido otro: "¿cuántas veces es aconsejable ducharse a la semana?" Porque has de saber que pasar por la ducha pocas veces no es recomendable, pero pasarnos de remojones tampoco, ya que puede debilitar nuestro sistema inmunológico. Es cierto que la ducha diaria tiene muchos efectos positivos. No solo por los beneficios que conlleva la higiene corporal, sino porque nos ayuda a despejar la mente, combatir el estrés o la ansiedad.

A los españoles nos encanta la hora de la ducha (mucho más que el baño), y, de media, nos duchamos unas 6,8 veces por semana, en consonancia con nuestros vecinos franceses y alemanes. Pero el debate abierto sobre cuánto tiempo debemos dedicar al baño y con qué frecuencia empieza a generar dudas y mucho desconocimiento. Por ello, a lo largo de este post vamos a tratar de resolverlas para que, a partir de ahora, tu paso por la ducha sea mucho más placentero.

Muchos expertos aconsejan ducharse solo una vez al día para proteger nuestra piel, pues pasar mucho tiempo expuestos al agua puede ser negativo para el manto lipídico de nuestra piel. Pero diversos estudios científicos señalan que ducharse a diario puede implicar riesgos no deseados para nuestra salud, de ahí que aconsejen que pasar por la ducha entre una y dos veces por semana es más que suficiente para nuestra higiene corporal. Aunque, claro está, dependerá de otros factores, como si practicamos deporte, nuestra edad, la estación del año o el clima en el que vivamos. Porque, tal y como señalan estas voces autorizadas, lavarse en exceso puede debilitar nuestro sistema inmunológico, al eliminar determinadas bacterias muy necesarias para nuestro organismo, además de provocar que se seque y agriete la piel.

Aspectos a tener en cuenta

Dependiendo de tu tipo de piel, deberás tener en cuenta estos sencillos consejos:

• Si tu piel es grasa es aconsejable una ducha diaria, mientras que si tienes la piel sensible o muy seca, lo recomendable es bañarte dos o tres veces a la semana. Así podrás reducir la sequedad o picor.
• Las duchas han de ser con la mano, no hace falta usar esponjas ni los famosos guantes de crin. Realiza masajes suaves y no te olvides de las zonas que producen mal olor (ingles, pies, axilas y genitales).
• Usa un jabón neutro y sin perfume, para no destruir el manto hidrolipídico, que actúa en forma de barrera protectora de la dermis. También puedes utilizar una emulsión sin jabón o un aceite de ducha, ya que no contienen conservantes ni parabenos, sobre todo si tu piel es seca o atópica.
• Una higiene excesiva podría provocar el agrietamiento de esa barrera cutánea natural, que ayuda a mantener la piel sana, por lo que podría ser perjudicial.
• Lava a menudo tanto tus manos como la ropa, ya que es aquí donde se acumula una mayor cantidad de bacterias, suciedad y células muertas que sí pueden dañar nuestra piel.