Desde Top Doctors recuerdan que el éxito de la serie se refleja también en los más pequeños, que han visto los capítulos con sus familias y, guiados por un una imitación de roles, han aplicado aquello que han visto en los colegios, con sus compañeros, fomentando la violencia. María Luisa ...
Desde Top Doctors recuerdan que el éxito de la serie se refleja también en los más pequeños, que han visto los capítulos con sus familias y, guiados por un una imitación de roles, han aplicado aquello que han visto en los colegios, con sus compañeros, fomentando la violencia. María Luisa Ferrerós, especialista en Psicología y en Psicología Infantil, explica por qué esta serie ha calado tanto en los niños y qué valores promueve. "Se trata de una serie recomendada para mayores de 16 años. Las recomendaciones de las películas y series son muy importantes a tener en cuenta, y normalmente no lo miramos".
La doctora explica que las edades están por algún motivo "y los mismos creadores de la serie y la plataforma Netflix ya recomiendan una edad mínima de 16 años por algún motivo. Las recomendaciones de las edades no están puestas porque haya alguna escena violenta solamente, sino porque los niños de determinadas edades no pueden asimilar ni entender el trasfondo de lo que se está explicando".
La serie es violenta y el problema de por qué está influenciando tanto a los niños y por qué los niños lo copian es porque los juegos que aparecen en la serie son juegos infantiles de toda la vida (juego del pañuelo, un dos tres pica la pared…), donde han añadido el premio y el castigo violento. Por ello, en las últimas semanas han aparecido noticias de un aumento de violencia en niños pequeños en las escuelas, porque juegan a estos juegos y quieren imitar los castigos.
"Hay que pensar que, en los niños de entre siete y doce años (que son los que están metidos en esto), su manera de aprender es imitando lo que ven. La imitación es uno de los procesos básicos por los que los niños se mueven", añade la doctora. Ellos no tienen capacidad para filtrar, para entender, para dimensionar y contextualizar, sino que "simplemente lo imitan, sin sacar ninguna conclusión. Y es por ello que tampoco sirve que lo veas tú con los niños porque tampoco lo van a entender, por mucho que los padres estén a su lado", aclara.
Otro aspecto muy importante para la experta en psicología infantial es querer imitar el disfraz que llevan, las tarjetitas con los símbolos geométricos… "A los niños les encanta ver que los buenos vayan vestidos de verde y los malos de rojo, que lleven una capucha y una indumentaria que llame la atención. Algo similar ocurrió con La Casa de Papel, cuando todo el mundo compró la careta de Dalí", cuenta. Para ella es vital entender que todos estos inputs superficiales de indumentaria, de pertenecer a un grupo, etc. son cosas que a los niños les enganchan mucho, a los pequeños y a los adolescentes, por supuesto.
Esto es un punto muy importante porque si lo prohibimos, los niños son muy listos y dicen: si me lo prohíben en la tele, lo veo en el móvil. Y, si me lo prohíben en casa, lo veo en el colegio o en casa de un amigo. Además, cuanta más persecución y prohibición, más se vuelve algo interesante para ellos.
Lo que debería hacerse, de forma muy bien pensada junto con los padres y los colegios, es ver cómo gestionarlo para no fomentar lo contrario, con tanta prohibición, así como ver cómo evitar que los niños se metan en este mundo tan sórdido y tan violento. Para ello, sería interesante:
Y, por otro lado, hay que darles opciones más divertidas y agradables para pasárselo bien, compartiendo tiempo con nosotros, los adultos, y no dejándolos solos tanto tiempo. Un niño de 9, 10, 11 años debe saber que hay determinadas cosas que no le tocan por su edad y aquí también se incluye el Fortnite o Call of Duty. El motivo: hay cosas que no pueden asimilar y, por lo tanto, no son para su edad. Cuando tengan la edad ya lo harán, pero ahora no, sea con papás o sin ellos. En lugar de ellos hay muchos juegos adecuados a su edad que son fantásticos. Pero los juegos buenos no están perseguidos ni prohibidos, no son tan interesantes para ellos.