La violencia es un comportamiento intencionado por parte de una o varias personas que provoca daños físicos o psicológicos a otras. Se manifiesta mediante actos agresivos, injustificados, ilegítimos o ilegales caracterizados por su malignidad y ofensa a la integridad física, psíquica o moral de otras personas. Existen varios tipos de ...
La violencia es un comportamiento intencionado por parte de una o varias personas que provoca daños físicos o psicológicos a otras. Se manifiesta mediante actos agresivos, injustificados, ilegítimos o ilegales caracterizados por su malignidad y ofensa a la integridad física, psíquica o moral de otras personas. Existen varios tipos de violencia como el abuso sexual, físico y psíquico.
La violencia juvenil puede ser ejercida por jóvenes de manera aislada o por grupos que se unen con el objetivo de participar en actividades violentas. Estadísticamente, tiene mayor incidencia entre chicos de sexo masculino, de clase media, con problemas familiares, de sociedades desarrolladas y cuya edad oscila entre los 14 y los 18 años.
En el perfil de un joven violento destacan una serie de características entre las que se encuentran:
1-Presenta una gran tendencia a la agresividad, impulsividad, hiperactividad, escasa capacidad para la reflexión y falta de control de la ira.
2-Su socialización desde la infancia es mínima. Tiene y ha tenido siempre pocos amigos y le cuesta mucho conservarlos. Sus habilidades sociales se encuentran muy poco desarrolladas y presenta grandes dificultades para la adecuada resolución de los conflictos que se le presentan.
3-Su tolerancia a la frustración es muy baja, prácticamente inexistente. Quiere conseguir sus objetivos. Busca la satisfacción inmediata de sus necesidades y deseos sin pensar en las dificultades ni en lo que le rodea. Utiliza y manipula a sus familiares para conseguir sus propósitos inmediatamente.
4-No tiene la capacidad normal necesaria para aceptar las normas o los límites del entorno. No las acepta en ningún ámbito, lo que genera problemas a todos los niveles: social, familiar y escolar.
5-No tiene capacidad para negociar, pactar o ceder y afronta los problemas empleando la fuerza y la imposición.
6-Se considera autosuficiente, aunque es capaz de utilizar a los demás en su propia conveniencia.
7-Es poco empático y presenta dificultades para identificar las emociones propias y ajenas, manifestando frialdad en la mayoría de las situaciones.
8-Su actitud es defensiva y desafiante. Cree que los demás le envían señales de amenaza y agresión y malinterpreta sus intenciones considerándose atacado.
9-Su sentimiento de culpabilidad sobre los actos violentos realizados es prácticamente inexistente. Intenta justificarlos con excusas en el sentido de que los otros son los que le han dañado y él se ha defendido. No considera que los demás tengan sus propios derechos y los pisotea sin contemplaciones.
La prevención de la violencia juvenil es la mejor opción para reducir los problemas asociados a ella. Los principales factores protectores de la violencia son el familiar y el escolar, siendo imprescindible fomentarlos desde la infancia. A pesar de ello, es responsabilidad de todos los estamentos sociales: padres, familiares, educadores, psicólogos, políticos y medios de comunicación integrarse para eliminar este problema social.