Al brécol se le adjudica un origen mediterráneo. Se cree que es resultado del cruce natural de plantas de la familia de las Brasicáceas, entre las que también se encuentran el repollo, la coliflor o la col de Bruselas. Los italianos lo consideran un alimento saludable ya desde la época ...
Al brécol se le adjudica un origen mediterráneo. Se cree que es resultado del cruce natural de plantas de la familia de las Brasicáceas, entre las que también se encuentran el repollo, la coliflor o la col de Bruselas. Los italianos lo consideran un alimento saludable ya desde la época del Imperio Romano. A partir de ahí se ha expandido por el mundo.
En su composición química señalaría que apenas aporta calorías. Destaca la presencia de fibra y vitaminas, especialmente, C, ácido fólico, B1, B2, B6, K y A. Se considera fuente de minerales, fundamentalmente, calcio, potasio, fósforo, hierro, yodo, zinc, cobre y manganeso. Además, contiene compuestos azufrados con importantes efectos sobre la salud.
Entre los beneficios del brócoli destacaría que:
1-Contiene fitoestrógenos, con acción antiestrogénica similar a la de la soja, que permite paliar los incómodos síntomas típicos de la menopausia.
2-Depura el organismo pues ejerce una acción estimulante sobre el hígado.
3-Previene la gastritis.
4-Reduce la función tiroidea.
5-Reduce la degeneración macular por la presencia de luteína.
6-Por su alto contenido en hierro, clorofila y ácido fólico es muy recomendable para quienes padecen anemia ferropénica por déficit de hierro.
7-Favorece la remineralización del organismo.
No todo son ventajas. Su actividad hepática depurativa estimulando la acción metabólica puede interferir con la biodisponibilidad de algunos medicamentos, reduciendo su efectividad. Estaría contraindicado su consumo en personas que padecen hipotiroidismo.
Cuando vayas a comprarlo, elige piezas de color brillante, sin manchas y con los tallos turgentes. Puedes conservarlo en la nevera, pero no te excedas con el tiempo para lograr que todas sus propiedades se mantengan intactas. También lo puedes encontrar en la sección de congelados de los diferentes locales comerciales en los que se puede adquirir.
Antes de cocinarlo debes lavarlo con agua del grifo. Si decides cocerlo, reduce al mínimo el tiempo para reducir la pérdida de propiedades nutricionales. La mejor opción es prepararlo al vapor.
A nivel gastronómico está muy bien reconocido. Resulta muy versátil ya que combina con todo (desde verduras a cereales) o constituye un plato en sí mismo. Puedes incluirlo en una receta compleja o cocerlo simplemente en agua con sal. Se puede consumir en crudo o elaborarlo cocido, al vapor o a la plancha (previo ligero escaldado), entre otras opciones. En todas las circunstancias sale favorecido. Si añades un toque picante, incrementarás su potencial saludable.
Te proponemos una sencilla y saludable receta. Lava y corta el brécol. Cuécelo en agua con sal entre 5 y 7 minutos para que mantenga todas sus propiedades. Escúrrelo y consérvalo en una fuente. Pela y corta patatas. Cuécelas en agua con sal durante 25 minutos. Añade el brécol al finalizar la cocción para calentarlo. Escurre de nuevo y aliña el preparado con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y una especia picante como el curry o la pimienta negra.