Los juguetes de construcción Lego han sido, como siempre, protagonistas en más de una casa estas navidades y reyes. Apilar sus ladrillos en millones de formas y construcciones es adictivo y, una vez que uno empieza, es difícil parar. Padres, abuelos y niños ha jugado a ello en alguna ocasión. No en vano, llevan desde 1932 ayudando a despertar la creatividad de los pequeños y, en ocasiones, no tan pequeños. Su nombre ya lo dice todo. Lego es una abreviatura de las dos palabras danesas "leg godt", que significan "jugar bien".

Una firma con tanta imaginación no podría más que sorprender a otra que está de aniversario, con un regalo muy especial. Y es que la firma de lujo Louis Vuitton celebra el bicentenario del nacimiento de su fundador y para celebrarlo se ha unido a Lego en la creación de un pastel que es de todo menos delicioso.

31.700 piezas

Se trata de un pastel realizado con 31.700 ladrillos de Lego Dots, surgido de la unión del taller de la firma francesa con siete niños que desbordaron imaginación. Mide 80 cm. de alto y 50 cm. de ancho y para su construcción se tardaron más de 50 horas.

Al pastel no le faltan detalles. Ahí está la cara del fundador de Louis Vuitton en blanco y negro, así como su nombre de pila y varias flores tridimensionales en tonos lavanda y rosa. Por supuesto, tampoco faltan algunas velas de cumpleaños y el número 200, cifra del aniversario.

Como la imaginación es la base de esta divertida colaboración entre Louis Vuitton y Lego, el pastel está partido en forma de porción, por uno de sus lados, para que se pueda ver su interior. Ladrillos Lego en marrón y beig, te harán creer que se trata de un pastel de vainilla y chocolate. Su sabor, te lo tendrás que imaginar.

Baúl de Louis Vuitton

Una pieza tan exclusiva merece un envoltorio especial. Para la ocasión, Louis Vuitton ha creado un baúl con el icónico estampado Monogram de la firma, con cintas en naranja con el nombre Louis a modo de lazo, que al abrirse deja ver un bonito forro en azul cobalto. En la parte superior puede leerse la inscripción "Happy Birthday Louis". Mientras que en la parte baja del baúl hay un par de cajones, perfectos para guardar las miles piezas de Lego, si alguna vez deciden desmontarlo.

No se trata de ningún objeto a la venta. Es solo un producto promocional que forma parte de la multitud de proyectos llevados a cabo por la firma Louis Vuitton para conmemorar el bicentenario de su fundador.

Sin embargo, en esta ocasión, la propuesta ha resultado mucho más divertida y distendida que otras más seria y formales realizadas para festejar esta efeméride. A priori, podría parecer una colaboración extraña, sin embargo, el resultado no ha podido ser más llamativo ni exclusivo. ¿A quién no le gustaría tener un pastel único hecho de miles de ladrillos Lego?