¿Qué mejor forma de conocerla en profundidad que a partir de una travesía por los puntos más emblemáticos de su litoral? A continuación te proponemos una ruta por algunos de sus puntos imprescindibles. ¡Presta atención!

L´Estartit

Este pueblo costero se ubica dentro de los límites de Torroella de Montgrí, aquí puedes alquilar un barco en Estartit. Su cercanía con las Islas Medas, tan solo separadas a una milla de la costa, lo convierte en una zona de tránsito constante. Las islas conforman un archipiélago integrado por siete islotes de relieves irregulares, marea generalmente tranquila y cuevas submarinas. Hoy constituyen uno de los puntos obligados para aquellos amantes del esnórquel y el submarinismo.

Al abandonar el puerto las islas quedarán al este a lo largo de la travesía hacia la costa de Montgrí. Hoy constituye todo un emblema turístico de la Costa Brava por tratarse de una de las más vírgenes del litoral. Su belleza escarpada se manifiesta en una sucesión maravillosa de calas como cala Calella o cala Pedrosa. Debes tener en cuenta que el turismo en es bastante limitado porque su relieve las hace poco accesibles a pie. No obstante, son buenos enclaves para hacer esnórquel.

Platja d´Aro

Sus calas se han convertido en uno de los puntos turísticos más transitados, no sólo por sus parajes paradisíacos sino también por gozar de entornos aptos para todo tipo de públicos y planes. Sus aguas cristalinas y sus evocadores paisajes de arena fina y dorada son realmente difíciles de olvidar.

Entre algunas de las calas más atractivas de Platja d´aro se encuentra la cala Belladona. Enmarcada por formaciones rocosas y bellos arrecifes, es especialmente recomendable para la práctica de submarinismo y esnórquel.

Si tienes oportunidad, aprovecha tu travesía para ver de cerca Cala Sa Cova, Cala Rovira, Cala Pedrosa o Cala Sa Conca, esta última rodeada de pinos y de larga tradición naturista.

S´Agaró

Si hay algo que destaca de S´Agaró es la variedad y riqueza de sus paisajes. En su extensión puedes encontrar playas rocosas, calas de arena fina, reliquias arquitectónicas del siglo XIX, pequeñas calas y playas de arena fina y dorada. No obstante en todos sus rincones puedes encontrar un elemento común: Un ambiente ideal para desconectar en unos mares tranquilos y, por lo general, poco profundos.

Algunos grandes ejemplos son la playa de Sant Pol o Sa Caleta.

Sant Feliu de Guíxols

Este municipio es uno de los más representativos de la Costa Brava a nivel turístico y comercial. Sus sorprendentes paisajes de calas y playas flanqueadas por pinares se suma al sabor a localidad marinera que se respira en sus rincones. Su arquitectura modernista (siendo el casino de la Constància una de sus edificaciones más representativas) o su impresionante potencial cultural (uno de sus imprescindibles es el Festival Internacional de Música de Porta Ferrada) lo convierten en una parada obligatoria.

Entre sus calas más populares e inmersivas se encuentran Playa Cala del Vigatà, Playa Cala Urgell, Playa Can Dell, Playa Canyerets o Playa Sant Feliu.

Tossa de Mar

Probablemente sea la zona más fotografiada de la Costa Brava. ¿La razón? Posee un impresionante núcleo medieval fortificado, reconocido como Monumento Histórico Artístico Nacional. El relieve escarpado que lo caracteriza le hace ser un enclave relativamente aislado e independiente del resto de poblaciones que se sitúan en su perímetro. Acantilados, reliquias históricas evocadoras y, por supuesto, sus pequeñas calas como guinda del pastel. Algunas de las más visitadas son Playa de Vallpresona, Cala Salions, Cala Sa Futadera, Cala Giverola o Cala Pola. Puedes alquilar un barco en Tossa de Mar para visitar sus diferentes calas.