En la boca existen numerosas bacterias, tanto beneficiosas como dañinas. Todas ellas se mezclan con la comida que ingerimos y forman una capa denominada placa bacteriana. Las bacterias emplean el almidón y el azúcar presentes en los alimentos para producir ácidos que destruyen los minerales del esmalte que cubre el diente. A medida que pasa el tiempo, la placa bacteriana se endurece y se transforma en sarro. La placa y el sarro dañan los dientes, irritan las encías y causan enfermedades.

El flúor (procedente de la pasta dental, por ejemplo) y la saliva (de las glándulas salivales) favorecen la autoreparación del esmalte reemplazando los minerales perdidos. Este proceso de pérdida y recuperación de minerales se produce de manera natural. Cuando no se cuidan correctamente los dientes y/o se ingieren muchos alimentos azucarados, el esmalte seguirá perdiendo minerales y aparecerá la caries.

De manera inicial, puede presentarse una mancha blanca en el punto en el que se ha producido la pérdida mineral, considerada un signo temprano de caries. Es posible revertirla o detener su evolución ya que el esmalte puede repararse a sí mismo, si se realiza una higiene dental adecuada y se reduce la ingesta de alimentos y bebidas con azúcar, por ejemplo.

Si el desarrollo de la caries dental no se detiene, se sigue produciendo la pérdida de minerales. A medida que evoluciona, el esmalte se debilita y se destruye, formando una oquedad, una caries dental. Esta situación debe ser tratada por el dentista.

Las principales causas de aparición de caries dental serían:

1-Excesivo consumo de alimentos azucarados o con almidón.

2-Escaso e incorrecto cuidado de la boca.

3-En los bebés y niños pequeños que toman biberón los dientes se ven expuestos al ataque de los azúcares que contienen los alimentos durante largos períodos de tiempo.

4-Escasez de la producción de saliva debido al padecimiento de ciertas enfermedades o a la administración de algunos medicamentos.

5-Aporte de flúor mínimo o inexistente.

6-Las personas mayores que presentan retracción de encías y desgaste del esmalte dental porque tienen mayor superficie expuesta.

La caries dental temprana no suele presentar síntomas. Al evolucionar en la boca, puede provocar:

-Una oquedad en la superficie del diente.

-Dolor de dientes mal especificado por el paciente.

-Sensibilidad dental a alimentos dulces, calientes y fríos.

-Manchas blancas o marrones en la superficie del diente afectado.

-Una infección que puede provocar la formación de un absceso de pus, que genera dolor, hinchazón facial y fiebre.

El diagnóstico lo realizará el dentista durante la revisión normal de la boca. Suele emplear un estudio de los síntomas, una observación directa, el examen con instrumentos dentales y, en su caso, una radiografía dental.

Los tratamientos para las caries son variados y dependen de la seriedad del problema. Consulta a tu dentista.