Reforzar nuestro sistema inmunitario es clave para mantenernos lejos de enfermedades de mayor o menor gravedad. Fortalecer las defensas naturales de nuestro cuerpo, puede ayudarnos a combatir determinados patógenos que pueden ser especialmente perjudiciales para nuestra salud. El objetivo es protegernos de microorganismos invasores e infecciones para evitar enfermedades tan ...
Reforzar nuestro sistema inmunitario es clave para mantenernos lejos de enfermedades de mayor o menor gravedad. Fortalecer las defensas naturales de nuestro cuerpo, puede ayudarnos a combatir determinados patógenos que pueden ser especialmente perjudiciales para nuestra salud. El objetivo es protegernos de microorganismos invasores e infecciones para evitar enfermedades tan diversas como la gripe, la gastritis, las infecciones urinarias e, incluso, el cáncer.
Dormir 8 horas cada día. El sueño y nuestro sistema inmunológico están estrechamente unidos. De hecho, no dormir bien puede hacer que seamos más propensos a determinadas enfermedades. Es fundamental, prestarle una especial atención a nuestra calidad del sueño para fortalecer nuestras defensas. Para ello, intenta evitar estar en contacto con pantallas una hora antes de acostarte y practica la relajación antes de irte a dormir.
El ejercicio moderado es tu mejor aliado. El ejercicio moderado y regular ayuda a reducir la inflamación y hace que las células inmunitarias se regeneren de forma regular. Andar a paso ligero, hacer bicicleta o hacer senderismo serán los mejores aliados para mantener tu sistema inmune en niveles óptimos.
La hidratación es importante para tener una salud óptima en general. De hecho, estar deshidratado puede provocarnos dolores de cabeza, falta de concentración, cambios en el estado de ánimo, problemas de digestión… Para mantener una buena salud en general, es fundamental beber una cantidad de líquido suficiente diariamente.
Mantén a raya tus niveles de estrés. La ansiedad y el estrés son los peores enemigos para tu sistema inmunitario. El estrés prolongado promueve la inflamación y los desequilibrios celulares. Para controlarlo es importante hacer ejercicio, practicar la respiración consciente e incluir en tu rutina diaria ejercicios de meditación.
Aumenta las defensas gracias a la alimentación. Una gran parte de las vitaminas y nutrientes que nuestro cuerpo necesita nos llegan a través de los alimentos que consumimos. Por ello, es tan importante llevar a cabo una alimentación equilibrada donde los alimentos sin procesar, las frutas y las verduras tengan un papel protagonista. Entre ello, es importante darle prioridad a los que son ricos en vitamina C porque estimulan la creación del interferón, una sustancia básica para la formación de las defensas.
Aprovéchate de los beneficios de algunas plantas medicinales en tu rutina diaria. Consume diariamente infusiones de té verde que tiene una gran cantidad de alquimias, que hacen que nuestro sistema inmune esté preparado para el taque de virus y bacterias. El té de ginseng también es muy beneficioso para nuestro sistema inmunológico porque aumenta la cantidad de células blancas del organismo, mejorando así nuestras defensas.
Sigue una dieta rica en alimentos integrales y fermentados. Este tipo de alimentos son ricos en antioxidantes muy beneficiosos para nuestro sistema inmune. Además, reducen los radicales libres que inflaman el organismo, algo muy relacionado con la aparición de determinadas enfermedades.