En los problemas para dormir y el insomnio inciden varios factores que, normalmente, se combinan. El estrés, el estilo de vida, los hábitos nocivos, el sedentarismo, el tipo de comida o el horario de la ingesta se consideran fundamentales para regular los ritmos de sueño y vigilia. Consulta a tu ...
En los problemas para dormir y el insomnio inciden varios factores que, normalmente, se combinan. El estrés, el estilo de vida, los hábitos nocivos, el sedentarismo, el tipo de comida o el horario de la ingesta se consideran fundamentales para regular los ritmos de sueño y vigilia. Consulta a tu médico la situación y sigue el tratamiento que te prescriba sin modificaciones.
Los estudios señalan que una comida inadecuada a una hora intempestiva, junto a otros factores, puede causar una alteración del descanso y del sueño. No se puede sacar la conclusión de que comer determinados alimentos te hará dormir plácidamente, pero sí que es interesante reconocer la capacidad "relajante" de los elementos que componen algunos alimentos de uso habitual.
Se considera que determinados alimentos, elaborados de manera específica, resultarían adecuados para generar una agradable relajación y nos permitirían dormir mejor. Entre ellos destacarían: frutos secos (las almendras, los pistachos o las avellanas, por ejemplo, contienen nutrientes que favorecen la conciliación del sueño), mango (con triptófano y vitamina B 6), aceite de oliva, pasta (mejor integral), pavo (contiene triptófano y vitaminas del grupo B), fibra (abundante en frutas y verduras de consumo habitual), leche desnatada (con triptófano y calcio), avena (contiene avenina, un alcaloide con efecto sedante), plátanos (con alta concentración de potasio y triptófano), verduras de hoja verde (espinacas y acelgas, por ejemplo) germen de trigo, lechuga (presenta lactucarium, el látex del tallo considerado calmante del sistema nervioso y al que se atribuyen propiedades sedantes), legumbres, aguacate, pan integral, yogur y pescado azul (con una elevada proporción de ácidos omega 3 y 6), entre otros.
Es posible elaborar una comida "relajante" combinando esos alimentos de la manera que más te guste. También puedes añadir los que no se consideran en este grupo pero te ayudarán a integrarlos y disfrutarlos. Las posibilidades son numerosas, sencillas y sabrosas en las que tu imaginación será el ingrediente fundamental. Así:
-Ensalada de aguacate, lechuga, tomate y salmón marinado
-Sandwich de pan integral con huevo cocido, pavo, lechuga y salsa de yogur
-Aguacate relleno de atún, pimiento rojo y tomates cherry
-Tosta de pan integral con aceite de oliva, ajo, tomate y jamón de pavo
-Pasta integral cocida "al dente" con atún, tomate y pesto
-Pavo asado en el horno con verduras de temporada
-Lentejas con vegetales
-Salmón a la plancha con pasta integral cocida "al dente"
-Revuelto de espinacas, atún y ajetes
-Sardinas asadas al horno con patatas cocidas y espárragos trigueros
-Yogur de soja con copos de avena y almendras
-Leche templada con miel
-Yogur desnatado con plátano y avellanas
-Tostada de pan de avena y mermelada de mango
-Macedonia de plátano, mango y naranja.
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