Director de maquillaje y peluquería en desfiles de grandes firmas, asesor de imagen y colaborador de modelos, actores, actrices, personajes de actualidad, etc. Artífice del maquillaje y peluquería de catálogos de moda, Moncho Moreno, con décadas de profesión a sus espaldas, tiene un estilo propio que lo diferencia . Actualmente combina su ascendente carrera como maquillador y peluquero con la formación de profesionales en la escuela de su mismo nombre. Hoy nos cuenta su particular visión de lo que se lleva y cómo.

"Se lleva la naturalidad, la protección, la frescura, muchas capas pero que parezca que no llevas nada".

Empecemos por la base. "Los profesionales distinguimos entre varios tipos de pieles y en función de eso elegimos las bases, (amarillo verdosa para una piel verde amarillenta que es la latina) y solemos acertar al 99 %. En el caso del consumidor habitual, lo mejor es aplicar un poco de base en el óvalo de la cara y elegir aquella que prácticamente se funda con la piel hasta hacerse invisible".

¿Productos de larga duración? La moda marca bases de larga duración, máscaras que no se corren ni llorando a chorro, labios que permanecen inalterables durante toda la jornada. Sin embargo Moncho dice que hay un punto sexy en esa máscara corrida y unos labios desgastados con un toque de brillo. "Hay que poner y quitar para una frescura brutal. Aplico sombra, me quito un poco con los dedos, me pongo colorete, retiro el exceso, vuelvo a aplicar... Yo no creo mucho en las fórmulas milagrosas. Para que un maquillaje perdure y esté fresco hay que optar por retocarlo."

El khol es uno de los grandes olvidados debido a este afán por un maquillaje inalterable, porque al ser graso no permanece donde queremos durante mucho tiempo, pero esto a la vez es una ventaja porque podemos adaptarlo a nuestro maquillaje como queramos. "Las nuevas generaciones no saben usar el khol, de hecho ni siquiera lo conocen, y es una herramienta que garantiza el éxito de un look. Le da profundidad, intensidad, a la mirada. Es envolvente. Podemos difuminarlo o darle la forma que queramos".

También se queja de que la pasarela y el maquillaje de verano en particular es un poco lineal y triste. Echa de menos algo de aquellos locos 80, "a mí me parecen divertidísimos los labios en fucsia mate al más puro estilo Madonna, por ejemplo."

Así es Moncho, "un privilegiado, que vive de lo que le gusta hacer y que encima gracias a eso conoce personas y sitios increíbles. Para mí, el maquillaje es una filosofía de vida: la búsqueda permanente de embellecer a la mujer." Por eso quizá se decidió a montar su 'propia escuela', un salón que lleva su nombre Moncho Moreno, "que si no es mi culminación profesional, sí el premio a 30 años de trabajo y experiencia en el sector. Se trata de un salón con un equipo multidisciplinar. Sus integrantes son profesionales del maquillaje y la peluquería por lo que pueden ofrecer una opinión más completa sobre el look de una persona y en consecuencia cambiarlo o mantenerlo. Además, no paran de asistir a desfiles, producciones, etc., por lo que todos ellos están al día en tendencias y las ponen en práctica en el salón".